Los creadores de la empresa Airnatech posan en la nave que tienen en Castellón de la Plana.

Esta es la historia de uno de los grandes éxitos empresariales de los últimos años y lo protagonizan cinco ibicencos sin experiencia previa en el mundo empresarial. Son Patrick y Adrian Nagel, Andrés García, Javier Llorens y José Luis Fernández que, junto a Luis Ponce, crearon en marzo Airnatech Antiviral, una empresa que en apenas un año se ha convertido en una referencia mundial al fabricar la mascarilla más segura del mundo según la Asociación de Investigación de la Industria Textil.

En plena pandemia, cuando nadie creía que la mascarilla iba a formar parte de nuestro día a día, estos visionarios decidieron crear una diferente a las que había en el mercado y en apenas unos meses ya tienen una nave en Castellón de la Plana desde la que fabrican al día 120.000 mascarillas FFP2 de diferentes modelos.

La estrella es la Antiviral Plus «con un 99,9% de filtración bacteriana, una respirabilidad mejorada y capaz de soportar hasta 20 lavados». Según explicó a Periódico de Ibiza y Formentera Andrés García «es higiénica, tiene formato bozal, hay muchos colores y lo que es más importante, cuenta con tres capas, dos exteriores de una tela no tejida conocida como Spunbond de 60 y 23 gramos y una capa interior de 25 gramos realizada con la tecnología Meltblown».

Además, tiene gran éxito la Airnatech Antiviral FFP2, «una mascarilla en formato bozal con cinco capas, dos exteriores de Spunbond de 40 y 25 gramos respectivamente, dos interiores de Meltblown de 25 gramos con una filtración bacteriana del 95% y otra de High Fever Cotton que garantiza la no permeabilidad de los aerosoles y fluidos».

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Incluso, García aseguró que trabajan en un modelo FFP3 «que irá dirigido al sector de la industria cerámica, muy importante en la región, y que permitirá trabajar de forma más segura si entran en contacto con aerosoles» y estudian crear un modelo «que utiliza unas nanopartículas para destruir el coronavirus cuando entran en contacto».

120 empleados y ultima tecnología
Los seis socios, más Andrea Abad, quien también se ha sumado como minoritaria, empezaron trabajando en Ibiza pero pronto se trasladaron a la Península por logística y abaratamiento de costes. Se mudaron a Castellón y según García ya cuentan con 120 empleados en la plantilla. Allí «cuentan con los últimos sistemas de seguridad e higiene y emplean tecnología punta que viene de Alemania y Japón y novedosos sistemas de realidad aumentada para llevar a cabo un control de calidad perfecta con la mayor eficiencia».

Sus precios son algo más caros que las mascarillas que vienen desde China pero a Airnatech no es algo que le preocupe en exceso. «Tenemos claro que ellos juegan en otra liga que no es la nuestra pero no nos importa porque nosotros tenemos claro que siempre puede haber un término medio y nuestra diferencia con el resto del mercado es la calidad y la seguridad que ofrecemos con nuestros productos».

Algo que ha hecho que la empresa no haya parado de crecer. Actualmente, según García sus mascarillas están disponibles en todos los supermercados de las cadenas Carrefour y el Corte Inglés y en más de un 20% de las farmacias de España. Además, su expansión internacional es imparable ya que ya han exportado un millón a Suecia, donde por primera vez desde el inicio de la pandemia del coronavirus se ha decretado su uso obligatorio, a Alemania y a Francia.

Además, mientras esperan una llamada de la Generalitat valenciana o el Gobierno de España, «aprovechando que es una empresa que apuesta por el producto nacional fabricado por españoles», ayer hicieron una donación de 4.000 de sus mascarillas al Ayuntamiento de Sant Antoni.