Un momento de la labor de la unidad de Emergencia Social de Cruz Roja en Ibiza. | Toni Planells

Cruz Roja Ibiza ha asistido a unas 4.000 personas desde que empezó la pandemia, con unos 600 usuarios atendidos en estos momentos a la semana.

El presidente de la entidad en Ibiza, Manuel Marín, en declaraciones a Europa Press, ha explicado que debido a la pandemia por el coronavirus se ha puesto en marcha su 'Plan responde' para asistir a los colectivos más afectados por la crisis.

Según ha destacado, existe una "diferencia importante" en relación al número de usuarios y, así, si antes de la pandemia atendían a unas 200 personas a la semana, en estos momentos asisten a unos 600 usuarios, mientras que en abril y mayo de 2020 llegaron a los 800.

La entidad, según Marín, se dedica a la atención "urgente" de los colectivos más vulnerables mediante su programa de entrega de alimentos o las ayudas para suministros e incluso para el alquiler.

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"Hay usuarios que no pueden pagar su factura de luz o agua y nos piden ayuda", ha señalado el presidente, quien ha reiterado que se ven en la necesidad de colaborar con estas personas.

Cruz Roja también aporta ayudas para medicamentos y, además, continúa asistiendo a personas sin techo a través de la Unidad de Emergencia Social. Según el presidente, unos 40 usuarios son asistidos a diario mediante este servicio nocturno con el que se reparten prendas de abrigo o comida.

El presidente ha resaltado la colaboración de la ciudadanía, con 100 voluntarios nuevos en el último año, así como la ayuda facilitada por empresas que donan vales de alimentación o productos frescos, entre otras cosas. "La respuesta de la ciudadanía ha sido ejemplar", ha declarado.

MÁS DE 300 PERSONAS EN SU PROGRAMA DE EMPLEO JUVENIL

La entidad, además, continúa trabajando en planes de empleo a través de su programa 'Pulsa' de empleo juvenil, atendiendo en 2020 a 359 personas. Asimismo, su intención es abrir en Sant Antoni un centro específico para ayudar en la búsqueda de trabajo.

El pasado mes de mayo, desde Cruz Roja explicaban que la mayoría de actividades en la sede ibicenca habían quedado paralizadas, incrementándose la atención telefónica a los mayores de la Isla. Incluso, el programa de reparto de alimentos fue modificado y comenzó la entrega a domicilio para facilitar el cumplimiento del confinamiento más estricto.