Las futuras viviendas de protección oficial de la calle Xarc en Ibiza. | Daniel Espinosa

En la isla de Ibiza hay 0,05 viviendas de protección oficial (VPO) por cada 100 habitantes. Nos separa un abismo de la media europea, que está en las 3,8 viviendas sociales, y un buen trecho de la media española, que es de 0,9. Si el dato de España ya nos sitúa a la cola de Unión Europea con menos de una vivienda social por cada 100 habitantes, las cifras de Ibiza evidencian una enorme brecha que sigue siendo alta si se compara con la media balear (0,3).

En números totales, en Ibiza hay actualmente 74 VPO, y para situarnos en la media balear por cada 100 habitantes tendríamos que tener 444 viviendas; 1.332 para alcanzar el nivel nacional y 5.624 para estar en la media europea. Ni siquiera sumando las 86 VPO actualmente en construcción en Vila se alcanzaría la mitad de la media balear.

Estas cifras han sido extraídas de Eurostat y recopiladas en el Boletín Especial de Vivienda Social, que esta semana sacó a relucir Unidas Podemos en Ibiza a través de una publicación en la red social Twitter con el objetivo de llamar la atención del nuevo conseller de Movilidad y Vivienda, Josep Marí Ribas.

Alternativas a la falta de suelo
Sin embargo, siempre que se habla de este tema sale a relucir un problema clave: la escasez de suelo. Ya no sólo porque Ibiza es una isla y tiene suelo limitado (excederse en su uso supondría un desastre ecológico y perder nuestro atractivo turístico) sino por la falta de suelo disponible por parte de los ayuntamientos.

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A este respecto, desde Unidas Podemos indican que existen alternativas como «la compra pública de vivienda y la compra pública de suelo», según plantea en primer lugar la secretaria general de Podemos en Ibiza, Viviana de Sans. «El Govern ya acudió a principios de siglo a la vía de la compra pública de vivienda; esto supone establecer un precio por metro cuadrado y que aquellos ciudadanos que así lo consideren puedan venderle al Govern una casa, de modo que se incrementaría rápidamente el parque de vivienda disponible sin necesidad de construir», explica.

Recuerda también la existencia de un programa de rehabilitación de vivienda del Instituto balear de vivienda (Ibavi) para que los propietarios de vivienda libre puedan pedir su rehabilitación a cambio de destinarla durante unos años a un alquiler social gestionado por el Govern, una medida que de Sans indica que se ha publicitado poco, aunque también es cierto que en su momento tuvo escaso éxito debido a sus requisitos.

En cuanto a la opción de compra de suelo público, indica que actualmente es la única manera de disponer de suelo para casi todos los municipios de la isla. Algo que plantea hacer a través de la firma de convenios con el Govern para ayudarse mutuamente. «Todas las instituciones, tanto el Consell como los ayuntamientos, tienen interés en poner solución al problema de la vivienda en Ibiza y deben trabajar de forma conjunta con el Govern, que es el competente en esta materia».

Medidas contundentes
Unidas Podemos pide medidas contundentes en materia de vivienda en Ibiza, y por ello incide en la oportunidad que representa contar con un conseller ibicenco en este área. «Estoy convencida de que Josep Marí Agustinet irá mucho más allá de simplemente doblar el número de viviendas sociales que hay ahora, porque Ibiza necesita mucho más debido a su déficit histórico en materia de vivienda. Tendríamos que multiplicar la vivienda social por cuatro o por cinco», explica De Sans.

Recuerda que, además, la falta de vivienda asequible supone un problema tanto a nivel de servicios públicos como a nivel turístico, dado que los precios de los alquileres y la compra son un desincentivo para venir a trabajar a la isla. «No es que tengamos un déficit de sanitarios, fuerzas de seguridad y profesores por este tema, es que hay gente que trabaja en el sector servicios que duda en venir a trabajar al sector turístico por los precios prohibitivos de la vivienda» .Además, recuerda la situación de muchas familias debido a la crisis, que convierten el aumento de vivienda social en una necesidad acuciante.