Pablo Kiaro, uno de los organizadores, este lunes por la mañana en el Paseo de Vara de Rey. | Daniel Espinosa

Este jueves y el viernes 7 Ibiza vivirá dos jornadas inolvidables para los seguidores de las variedades del rock gracias al Can Rock Festival que han organizado Pablo Kiaro, Alejandro Iborra, Teo Mochen e Iván Tamarit Marco.

Los dos días, de modo online a través del canal de Ibiza Rockers en Youtube, se podrán escuchar conciertos de grupos de todas partes del mundo y de España. Desde Buenos Aires, en Argentina, participan Las Ruinas de Santo espíritu, desde Alemania Frankfurt Stagewar, desde Grecia los atenienses Power Metal Subfire, desde Países Bajos los neerlandeses The Frontiers y desde Rusia Mass Madness. Además, desde Cartagena actuarán Injector procedentes, desde Barcelona Electric Monolith y The Capaces, desde Mallorca Aeolian, desde Sevilla Wild Krash y desde Madrid Crazy Stacey and The Customs. Finalmente, la representación pitiusa la ponen Apotropaico, Somosuno y Sequoia Tree.

Los conciertos comenzarán a las 19.30 horas y se estarán celebrando online hasta las 00.00 horas. La primera jornada, la del 6 de mayo estará centrada en bandas de rock mientras que en el programa del sábado se dará protagonismo a las bandas de metal.

Herencia del local Can Rock

Según explicó este martes a Periódico de Ibiza y Formentera uno de los organizadores, Pablo Kiaro, este festival es heredero de los cerca de 140 conciertos que se organizaron en la sala Can Rock de Cala de Bou que desgraciadamente estuvo menos tiempo abierta del deseado.

De hecho, en un principio, Can Rock Festival iba a estar compuesto por bandas de Ibiza, Mallorca y Formentera pero el aluvión de solicitudes obligó a cambiar el plan. «Queríamos hacer algo más en petit comité, para ver como funcionaba todo en esta nueva realidad marcada por el coronavirus, pero enseguida nos dimos cuenta que muchas bandas de todo el mundo querían participar porque para cualquier grupo esta inactividad ha sido como veneno».

Kiaro también lamentó que el festival se haya hecho sin subvenciones de las administraciones. «Somos un colectivo que siempre hemos estado bastante ninguneados porque tal vez el tipo de canciones que hacemos, en las que no hablamos de cosas bonitas ni del amor sino de la cruda realidad, no gusta a los ayuntamientos y eso nos ha obligado a buscarnos todo por nuestra cuenta».

Afortunadamente, según el organizador del festival, es un sector «con mucho compañerismo». Algo que ha provocado, según Kiaro «que una vez que las bandas se recuperaron de la sorpresa de la llamada para participar en un festival en un lugar donde el rock no tiene la influencia de la música electrónica hayan puesto todo de su parte, siendo muy amables y flexibles con lo que les hemos pedido para que todo salga lo mejor posible».

Así mismo. Kiaro espera que esta edición sea una semilla que poco a poco vaya creciendo según mejore la situación sanitaria. «Está claro que para la música rock un festival online donde no puedes saltar o bailar como siempre se ha hecho es un hándicap, pero nos lo hemos planteado como un punto de comienzo para cuando todo esto pase y podamos volver a la relativa normalidad».

Incluso, un aliciente para mejorar la situación del rock en Ibiza. «En el tiempo que llevo en el sector, como músico y como dueño del Can Rock, he visto nacer y también morir muchas bandas en Ibiza porque cuando había grupos no había locales y cuando había locales no había grupos, y por eso ojalá que este festival sirva para que muchos jóvenes se animen a dar el paso y revitalizar la escena roquera en esta isla».