Maxo Benalal y Patricia Guasp, en una sesión del parlamento autonómico. | P. Pellicer

Los tres diputados de Ciudadanos en el Parlamento balear calificados como rebeldes, Marc Pérez Ribas, Jesús Méndez y Maxo Benalal, aseguraron ayer estar «dispuestos a dialogar» con el sector oficialista del partido para acabar con la «disfuncionalidad» que aseguran que se está dando en el funcionamiento del Grupo Parlamentario.

Según explicó ayer el diputado ibicenco Maxo Benalal, los pasos que han dado estos tres diputados hasta el momento son los «correctos» ya que «hubo una votación en el seno del grupo parlamentario», compuesto por un total de 5 diputados, «y ese día se eligió a Pérez Ribas como portavoz y a Patricia Guasp como portavoz adjunta», un resultado de tres votos contra dos.

Según Benalal, esto pone en evidencia que no ha habido ningún tipo de personalismo a la hora de plantear este cambio de portavocía «porque si no no hubiéramos incluido a Guasp como portavoz adjunta», y sí un interés por corregir «la disfuncionalidad» del Grupo Parlamentario.

El diputado ibicenco recordó que Marc Pérez Ribas fue el candidato de Ciudadanos en las elecciones autonómicas de 2019 y se convirtió en portavoz de la formación en el Parlamento balear. Sin embargo, el pasado mes de noviembre la dirección nacional de la formación impuso a Patricia Guasp como portavoz y a Pérez Ribas como su adjunto.

Situación reversible
Todo esto coincidió con el nombramiento por parte de la dirección nacional de Guasp como nueva líder de Ciudadanos en Baleares con el cargo de coordinadora y portavoz autonómica. «Cuando se cambió a Pérez Ribas por Guasp se acordó que, si esto no funcionaba, se revertiría la situación», recordó Benalal, «y es lo que ha sucedido y lo que votamos en el seno del Grupo Parlamentario».

Asimismo, Maxo Benalal insistió en que la situación en Baleares nada tiene que ver con la hecatombe nacional que ha tenido el partido, especialmente después de las polémicas mociones de censura contra gobiernos en los que participaba en Murcia y tras las elecciones en Madrid. De hecho, insistió en que «esto se puso encima de la mesa», lo del cambio de portavoz en el Parlamento autonómico, «el 3 de marzo, mucho antes de que se convocaran las elecciones en Madrid», cosa que sucedió el pasado 10 de marzo. «Esto pone en evidencia», según el diputado ibicenco, «que la única lectura que se puede hacer es puramente de grupo parlamentario».

Benalal recalcó que el pasado 14 de marzo se convocó una reunión de grupo para el día 17 de ese mismo mes. Ese día fue cuando se realizó la votación, en la que estaban presentes «los cinco diputados y el responsable de acción institucional del partido».

«La mayoría del Grupo Parlamentario es la que ha decidido que Pérez Ribas vuelva a ser el portavoz en el Parlamento balear», insistió Benalal, «y si el partido nacional toma alguna decisión al respecto nosotros no tenemos nada que hacer», aseguró en relación a las posibles sanciones que podría poner Ciudadanos a la mayoría de los diputados autonómicos (tres de cinco) o incluso a su posible expulsión del partido.

Guasp recuerda que la elección del portavoz la hace el partido
La coordinadora de Ciudadanos en Baleares, Patricia Guasp, aseguró ayer que ya ha mantenido contactos con los tres diputados que acordaron relevarla como portavoz parlamentaria y que les transmitió que el reglamento del partido es claro y que esta elección corresponde a la dirección y no al grupo parlamentario.

Guasp abogó porque «impere la cordura» para solventar este asunto y recordó que la dirección estatal había rechazado la «acción unilateral» de los tres diputados y que había abierto un expediente informativo. Sobre si podrían ser expulsados, señaló que también eso está en manos de la dirección estatal.

Por otra parte, en cuanto a las informaciones aparecidas en las que se asegura que Marc Pérez Ribas lleva desde marzo en contacto con Gabriel Company, líder del PP balear, el diputado ibicenco de Ciudadanos, Maxo Benalal, las desmintió rotundamente y aseguró que «ninguno de los tres ha estado hablando de estos temas con Company en el vida», recalcó con contundencia.

«Estamos llegando a un punto repugnante cuando se vierten este tipo de acusaciones que nada tienen que ver con la realidad». Una realidad que pasa, principalmente, por el hecho de que «nunca ha sido la intención de ninguno de nosotros la de abandonar el partido», tal y como «pretende hacer creer» el sector oficialista.