Aida Miró con tres de los pequeños artistas urbanos que participan en el taller que se imparte todos los viernes por la tarde. | Marcelo Sastre

Aida Miró, una de las artistas ibicencas especializadas en arte urbano más destacadas de España, puede estar tranquila porque parece que el futuro está garantizado. Al menos viendo la ilusión, las ganas y el progreso que están haciendo Mateo, Nicole, Dylan, Romeo, Adrián y Lucía desde que comenzaron hace unas semanas a participar en un taller que imparte en su estudio de Can Miró.

Allí se reúnen los seis pequeños todos los viernes de 18.00 a 20.00 horas y poco a poco van decorando un muro de algo más de un metro que hay junto al torrente en el Camí Vell de Sant Mateu. Según explicó ayer Miró a Periódico de Ibiza y Formentera, con sus dibujos y los vivos colores de las firmas de los nombres artísticos que cada uno ha elegido para la ocasión «le están devolviendo a la vida a esta pared que hasta hace unos meses era horrorosa».

Así, en el muro ya se pueden encontrar las creaciones de Mateo (Dragón de Fuego), Luz (Nicole), Kolo (Romeo), Cat (Dylan), Trian (Adrián) y Delfi (Lucía). «Una de las características del arte urbano es que cada artista se suele poner un nombre artístico y en esta ocasión no podía ser menos porque además esto ayuda a los niños a desarrollar su imaginación y su creatividad al tener que pensar algo que vaya con su personalidad y con lo que quieren reflejar en sus dibujos y que luego se pueda plasmar de forma relativamente sencilla en un muro», aseguró a este respecto Miró.

Precisamente, la artista ibicenca explicó que uno de los atractivos del taller para los pequeños es que no solo se decora una pared. «Aunque a ellos les encanta coger el espray y ponerse a pintar también les explico lo importante que es hacer un boceto previo, pensándolo bien y plasmándolo en un papel o en un lienzo e, incluso, están aprendiendo el pouring, una técnica de acrílico que consiste en aplicar varias capas de pintura sobre un lienzo con el aliciente de que nunca sabes como va a salir el resultado final».

Éxito tras el confinamiento
Aida Miró aseguró ayer que la idea de poner en marcha este taller surgió durante el confinamiento, cuando no pudo regresar a la ciudad de Nueva York donde vive buena parte del año llevando a cabo importantes proyectos. Decidió arreglar un estudio a su gusto y emplearlo para volver a dar clases como ya hizo hace unos años.

En el taller se hacen muchas más cosas que no solo decorar un muro con espray. Fotos: MARCELO SASTRE

Anunció la idea a través de las redes sociales y rápidamente recibió muchas solicitudes de información por parte de padres que pensaron que sería una muy buena iniciativa para sus pequeños entre otras cosas porque hasta el momento no había cursos prolongados de arte urbano en la isla.

Para una mejor atención Miró decidió hacer grupos reducidos de seis alumnos comenzando por los viernes por la tarde y ha tenido tanto éxito que rápidamente se fue corriendo la voz con otro tipo de públicos interesado.

Así, han surgido dos grupos de adultos las mañanas de los viernes y los sábados, donde además de arte urbano se abarcan más temáticas y vertientes artísticas. Incluso, ahora que han terminado las clases no descarta poner en marcha otro para adolescentes.