Una especie de polvorín con una gran cantidad de materiales altamente inflamables. Es el escenario que se encontraron este viernes de madrugada los bomberos que se enfrentaron a un virulento incendio declarado a medianoche en la nave industrial de la antigua Carpintería Alba.

«Las llamas eran enormes y se produjeron varias explosiones. El panorama daba miedo y era una cosa que, tarde o temprano, tenía que pasar». Así se manifestaba este viernes por la mañana una de las vecinas que fue desalojada de madrugada por la amenaza real que entrañaba el virulento incendio que calcinó un almacén que desde hace décadas está en el foco de las críticas de los vecinos de la zona.

[El incendio de una polémica nave en Sant Josep, en imágenes.]

La alarma saltó poco antes de la medianoche cuando las llamas cogían una gran fuerza en las instalaciones ubicadas a la altura del kilómetro 4,8 de la carretera de Sant Josep, junto al vial de acceso entre dos rotondas. Las lenguas de fuego eran visibles desde varios kilómetros de distancia.

Hasta el lugar se movilizaron urgentemente varias unidades de la Policía Local de Sant Josep, Guardia Civil y las primeras dotaciones de Bomberos. Desde el Parque de Bomberos acabaron movilizando a una quincena de efectivos, cuatro vehículos y dos camiones cuba de Bufí. A las tareas de extinción se sumó también un camión del Ibanat.

Los equipos de emergencia continuaban trabajando en la mañana de este viernes en la extinción del incendio. Vídeo: Renato Steinmeyer.

Los vecinos de las viviendas más próximas fueron desalojados como medida de precaución ante la amenaza de las llamas y la gran cantidad de humo que emanaba de las instalaciones.

Con las primeras luces del día y las instalaciones desprendiendo todavía humo, algunos vecinos insistían en que el suceso de este viernes era el «enésimo problema» con una propiedad que desde hace décadas ha sido un foco de conflicto por operar en una zona que no es industrial. Años atrás, la propiedad ya fue condenada judicialmente después de que los vecinos denunciasen las molestias que generaba la carpintería por la emisión de ruidos y de restos del material de serrería.

Muebles, maderas y barcos

El material almacenado originó diversas deflagraciones y las altas temperaturas provocaron el colapso del techo de la nave. «Nos hemos enfrentado a un incendio con una gran carga térmica», reseñó Miguel Sevilla, jefe de Bomberos del Consell d’Eivissa, quien subrayó que atacaron el fuego por los tres costados que suponían una amenaza para las viviendas contiguas.

«Ha sido una actuación muy laboriosa y un gran esfuerzo. Activamos a todo el personal y contamos con el apoyo de un camión del Ibanat y también necesitamos dos cubas de Bufí porque nos hemos encontrado un escenario en el que habían muchos enseres e incluso varios barcos», relató a media mañana el responsable de los Bomberos.

El rostro de los bomberos reflejaba la dureza del trabajo para sofocar unas llamas alimentadas por muebles de jardinería, figuras decorativas, material de gimnasio y mucha madera. A mediodía en la zona permanecía una dotación de cinco efectivos para refrescar y controlar posibles puntos calientes entre el amasijo de hierros en que quedó la estructura de la cubierta que se vino abajo.

Los trabajos de extinción iniciados con una noche infernal se prolongaron durante más de 14 horas. La Guardia Civil investiga las causas de este devastador incendio, una pesadilla más para los vecinos de la polémica nave.