Vecinos de Ibiza se quejan de que sus calles presentan un aspecto sucio y desatendido en plena temporada de verano. | Toni Planells

La limpieza urbana en el municipio de Ibiza deja mucho que desear. Basta darse un paseo por los distintos barrios de la ciudad para comprobar que son pocas las esquinas, farolas o cualquier elemento urbano vertical (farolas, pivotes, parquímetros o papeleras) que no atestigüe el paso de algún animal que ha decidido marcar territorio en ese lugar.

[Suciedad en Vila, en imágenes.]

Las manchas en las aceras son otro elemento recurrente y poco higiénico que se repite en cualquier paseo por Vila. Barrios como es Pratet, la Marina o Vara de Rey, los más céntricos y visitados por el turismo en el municipio, no evidencian ningún incremento en la limpieza de sus calles ante la llegada de la temporada turística.

A medida que el paseo se aleja del centro neurálgico de la ciudad, las calles lucen todavía menos cuidadas. Desde el Eixample, pasando por ses Figueretes hasta llegar a Cas Serres se puede comprobar cómo la suciedad de las aceras y el incivismo de algunos ciudadanos se va incrementando a medida que nos alejamos del centro y logran que el paisaje de las calles de una isla conocida internacionalmente por el lujo avergüence a cualquier isleño que quiera mostrarla a sus visitas.

Alcantarillado

Otro elemento que cualquier observador puede detectar es el estado del alcantarillado, que en muchos casos se puede observar cómo están prácticamente taponados por considerables cantidades de desperdicios. Incluso en una de ellas ha nacido una palmera. Hay que tener en cuenta que desde ese alcantarillado es desde donde se deben evacuar las cantidades agua de lluvia que, como cada año, probablemente vuelvan a colapsar la ciudad a finales de verano.

Los desagües del alcantarillado de la ciudad van acumulando suciedad durante el verano. En estas condiciones, difícilmente podrán evacuar el agua de las primeras lluvias torrenciales que suelen caer en Ibiza a finales de verano.

Cas Serres

El barrio de Cas Serres no se caracteriza precisamente por su peso dentro del sector turístico. Sin embargo, tal y como comenta un vecino, «aquí pagamos los impuestos igual que en los otros barrios y aquí apenas pasan a limpiar las calles».

En una mesa en la que desayunan y conversan tres señores jubilados empieza un debate respecto a la responsabilidad del estado de las calles de su barrio, mientras alguien se queja de la poca efectividad del barrendero. «En mi calle hace meses que no pasa», expresa un vecino y otro defiende el trabajo del personal de limpieza y hace autocrítica: «No le echemos toda la culpa a los barrenderos, que buena parte de la culpa la tenemos los vecinos».

El presidente de la Asociación de Vecinos de Cas Serres, Francisco Rodríguez, se apunta a hacer autocrítica en cuanto al comportamiento cívico de algunos de los vecinos: «Es verdad que aquí ya sabemos como somos, pero sí que faltaría un poco más de limpieza. Pero también es verdad que el Ayuntamiento ha hecho muchas cosas últimamente en el barrio».

Un vecino de Cas Serres muestra las manchas que hace meses dejaron las moreras que cada año manchan el barrio entero.

Otro vecino, Miguel Rodríguez, se queja de que durante el verano «pasan menos a limpiar», y sospecha que «cuando llega la temporada se llevan al personal a limpiar a Dalt Vila o la Marina, que es donde hay turistas».

La Marina

Sin embargo, en la Marina tampoco se manifiestan conformes con la limpieza de su barrio. «Cada comerciante limpia delante su espacio, si no estaría todo peor. Y por la noche es un desfile de cucarachas», afirma Ramón. Su vecina de comercio, Nadia, también apunta al incivismo de algunos de nuestros visitantes cuando explica que «el otro día un señor y su hijo pequeño se pusieron a mear en la pared junto al cajero, a plena luz del día. Después tuve que limpiar con un cubo de agua y lejía» y, además, afirma que «hay excrementos que llevan una semana allí, y nadie los quita. Es una pena que este barrio tan bonito esté tan abandonado».

Figueretes

En el barrio de ses Figueretes, el responsable del estanco, Xicu Catany, admite que su barrio «está siempre sucio». Reparte las reponsabilidades al 50% entre el incivismo de algunos ciudadanos que «tiran las botellas y la porquería en cualquier sitio; cuando llego tengo que barrer cada día», y la labor del Ayuntamiento de Eivissa, que «hay veces que en una semana por aquí no pasa nadie a limpiar. Además, deberían poner más papeleras para que no nos tiren la porquería delante de nuestra puerta». También considera que «deberían limpiar un poco más con pistola, también a los contenedores, que están hechos un asco», concluye.

Una de las aceras de ses Figueretes, que presenta un aspecto poco presentable en cualquier época del año, mucho menos en verano.

Por su parte, sobre estas quejas, el concejal de Medio Ambiente, Jordi Salewski, explicó este viernes que en verano se refuerza la limpieza en todos los barrios por igual y que no se quitan refuerzos de uno sitio para llevarlos a otro barrio.