El alcalde de Sant Josep, Ángel Luis Guerrero, dialoga con varios concejales durante el pleno de ayer. | Marcelo Sastre

El Pleno del Ayuntamiento de Sant Josep aprobó ayer inicialmente, con la abstención de Ciudadanos y de Ara Eivissa, la nueva ordenanza de tenencia, convivencia y protección de los animales en el entorno humano. Una ordenanza que es el proyecto estrella de la Concejalía de Bienestar Animal, dirigida por Guadalupe Nauda, de Unidas Podemos. El texto generó una fuerte discusión entre Nauda y el portavoz del PP, Francisco Javier Marí, quien acusó a la concejala de, entre otras cosas, haber llevado a aprobación una ordenanza que no tiene «ninguna base jurídica» y que, además, da luz verde a acciones prohibidas por la legislación, como la posibilidad de que los propietarios de mascotas puedan tirar los cadáveres de estas a los contenedores de basura siempre y cuando los animales pesen menos de 50 kilos.

Nauda defendió la ordenanza asegurando que, para la redacción de la misma, se ha tenido en cuenta a numerosos agentes con intereses en este área. La responsable de Bienestar Animal recordó que ha estado «dos años» trabajando en la nueva normativa y afirmó que la misma ha sido revisada por expertos como el veterinario del Consell, Jordi Massip.
La edil, además, negó las acusaciones lanzadas por el resto de grupos sobre la falta de consenso pues, aseguró, se han convocado numerosas reuniones en las que han participado sus representantes.

El popular Francisco Javier Marí fue más contundente en sus críticas a la edil. Repasó los artículos más controvertidos de la nueva norma municipal y citó, entre otros, los relativos a la prohibición de la entrada de las mascotas en parques y espacios públicos, la obligatoriedad de declarar como «centro de cría» un domicilio particular si una perra o gata tiene «más de dos camadas» o la de indicar que el «sacrificio eutanásico» se ha de llevar a cabo «bajo control veterinario» y no por parte de un profesional. El concejal también criticó puntos como el que prohíbe la utilización de estos animales en diferentes fiestas, incluidas las religiosas y aseguró que esto puede significar la prohibición de la festividad musulmana que tiene como acto central el sacrificio de corderos. Algo que Nauda no negó.

«No llega ni a borrador»
«Esto», dijo Marí, «no llega ni a borrador» y exigió a Nauda retirar la ordenanza y modificarla para poder sacar adelante una norma consensuada. «Incumple todas las normativas», advirtió el concejal del PP, «hasta la municipal».

Consenso pidió, por su parte, el concejal de Ciudadanos Daniel Becerra. El edil reclamó también a Nauda que aclarara «aspectos que no se sabe» si fueron o no acordados por quienes formaron parte de la mesa de trabajo que ha redactado la ordenanza. Becerra añadió que le hubiera gustado «conocer la opinión de los profesionales» sobre esta normativa. A pesar de las críticas, el grupo naranja optó por la abstención.

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Desde las filas del PI, Vicent Torres también fue contundente en su reacción contra la ordenanza sobre las mascotas. Torres denunció que esta norma no tiene en cuenta las tradiciones de Sant Josep como las matanzas. «Se salta nuestras costumbres», dijo, «y choca con nuestra manera de vivir». Además, afirmó, «es una ordenanza muy urbanita» y puso como ejemplo las referencias en la misma a «pisos y adosados» cuando la mayoría de la población de este municipio reside en otro tipo de viviendas.

Josep Antoni Prats, de Ara Eivissa, se abstuvo en la votación. Sin embargo, y al igual que Ciudadanos, recriminó a Nauda la falta de consenso sobre una normativa que calificó como «necesaria». Prats, no obstante, puso en duda que el texto cuente con el respaldo de todos los que han participado en su elaboración y lamentó que se haya redactado «con otras ordenanzas de lugares que tienen poco que ver con Sant Josep». «Parece», añadió, «la ordenanza de una gran ciudad, de un territorio básicamente urbano».

Finalmente, la representante de Vox en el Pleno, Pino Vidal, también votó en contra de la nueva ordenanza. Vidal aseguró que el texto está plagado de «contradicciones» y, al igual que el PP, denunció la falta de cumplimiento de lo que fijan las normas autonómica y estatal sobre esta cuestión.

Sin tasas para los “espíritus libres”
El Pleno del Ayuntamiento de Sant Josep aprobó ayer de forma inicial las nuevas tasas del servicio de recogida de animales, que gestiona la Fundació Natura Parc. El teniente de alcalde Vicent Roselló explicó que para el establecimiento de estas tasas se ha tenido en cuenta lo que cobran otros municipios como el de Eivissa o el de Sant Antoni. También señaló que el servicio cuesta a los ciudadanos de Sant Josep 121.000 euros anuales y que lo recaudado, unos 80.000, «ni siquiera cubrirá gastos».

A partir de su aprobación, los usuarios deberán abonar 65 euros si sus mascotas son recogidas en la calle y trasladadas a las instalaciones municipales. Si pasan allí hasta 23 días, deberán pagar 10 euros diarios y, a partir de entonces, 4 euros por jornada.

Quedarán exentos quienes puedan demostrar que carecen de medios. Algo que no gustó al PP, cuyo portavoz, Francisco Javier Marí, señaló que esta actitud hacia «los espíritus libres» solo servirá para que cuiden aún menos a sus mascotas.