Los tres encausados ante el tribunal juzgador. | Daniel Espinosa

«Cuando eres inocente y te condenan no puedes estar contento. Lo dije en el juicio y lo reitero: me han destrozado la vida y la imagen siendo inocente. Vamos a recurrir la sentencia». Son palabras de José Joaquín Fernández, condenado a    21 meses de prisión como autor de un delito de receptación en el juicio por el robo al Grupo Empresas Matutes.

En declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, J.J. Fernández insistió en su inocencia y tildó de «inexplicable» la condena por receptación cuando le juzgaban por un delito de encubrimiento. «Es muy difícil de digerir. También es difícil de asimilar que con todas las mentiras que han dicho policías y acusaciones no se les pida responsabilidades. Hay cosas difíciles de encajar», apostilló el funcionario condenado a 21 meses de cárcel, la misma pena de prisión que el principal acusado, Rafael Rodríguez, expolicía y autor confeso del robo de 2,7 millones de euros de la caja fuerte del Grupo Empresas Matutes.

Tal y como publicó ayer este medio, la titular del juzgado de lo Penal número 2 de Ibiza, Martina Rodríguez, firmó el pasado 29 de septiembre una sentencia que impone un año y nueve meses de prisión a Rafael Rodríguez, condenado como autor de un delito de robo con fuerza en las cosas.

La magistrada atiende las circunstancias atenuantes de reparación del daño -parcial- y confesión, así como la agravante de abuso de confianza. En concepto de responsabilidad civil, el condenado Rafael R. deberá indemnizar con 995.000 euros a Fiesta Hotels & Resorts.

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Para el segundo implicado, José Joaquín Fernández, la juez impone una pena de 21 meses de prisión por un delito de receptación, absolviéndole de la acusación de encubrimiento. Finalmente, la juez absuelve a la tercera investigada, L.H.T.

Robo de 2,7 millones de euros

En el apartado de hechos probados la magistrada juez detalla que el principal acusado, Rafael R., a mediados de octubre de 2013 planeó asaltar la caja fuerte de la empresa y ejecutó la operación el 26 de octubre, sábado del último fin de semana de temporada. R.R., agente de la Policía Nacional que había sido escolta de Abel Matutes, aprovechó la confianza y el trabajo de su mujer en las oficinas del grupo para acceder a la sede, anular las alarmas y abrir con el método del oxicorte la caja fuerte. Según consta en la sentencia, el acusado se llevó un botín de 2.767.000 euros.

El juicio concluyó el pasado 19 de junio con el turno de última palabra de los acusados. «Han acabado conmigo, pero aquí sigo. Mi error fue ayudar a los jefes. Soy inocente y mi mujer también». Fueron las palabras de J.J. Fernández. Por su parte, el principal acusado, Rafael Rodríguez, usó su turno para manifestar su arrepentimiento y pedir perdón. «Yo no cogí el dinero, solo abrí la puerta», esgrimió. Rodríguez ya había alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía.

La sentencia por el robo de la caja 570 de Ushuaïa se conoció a diez días de cumplirse ocho años del golpe, pero todo apunta a que la batalla judicial no se ha cerrado.