Si algo llama la atención del escándalo de la financiación pública de la gala musical de Los 40 celebrada en Mallorca el pasado día 12 de noviembre, más allá de su elevadísimo coste para los ciudadanos, es cómo se gestionó lo relativo al contrato firmado entre el Govern balear y PRISA para su celebración. Con un presupuesto de 1.200.000 euros y la presencia de artistas internacionales como Ed Sheeran, todo fue resuelto en tan solo seis días.

Aunque el concierto comenzó a darse a conocer desde el pasado mes de julio, el anuncio previo para su contratación fue publicado por el Govern en la Plataforma de Contratación del Sector Público el día 5 de noviembre, a las 14.14 horas. Ocho minutos más tarde, a las 14.22 se publica en la misma plataforma el anuncio de licitación y a las 14.24 horas el pliego de condiciones. Cinco días más tarde, el 10 de noviembre, la plataforma recoge la publicación de la adjudicación del contrato, exactamente a las 12.26 horas y este se formaliza el día 11 a las 12.31 horas. El controvertido concierto se celebró el día 12 en Palma.

Ningún miembro del departamento de comunicación de la Conselleria de Modelo Económico, Turismo y Trabajo del Govern, responsable de la contratación de PRISA para la celebración del concierto, quiso explicar ayer a Periódico de Ibiza y Formentera los detalles del contrato. Tampoco fue posible obtener información sobre cómo ha afectado a los fondos de la ecotasa un gasto de 1,2 millones de euros en el concierto. «Estamos muy liados», fue la respuesta que dieron a los requerimientos de este periódico.

Como entidad adjudicadora del contrato figura la presidencia de la Agencia Estratégica Turística de las Islas Baleares (AETIB), dirigida por Francesc Mateu, quien el pasado día 11 intentó esquivar las críticas del PP en el Parlament por el concierto asegurando que para la contratación del mismo se había empleado dinero de los fondos COVID. Una afirmación que posteriormente fue desmentida por el conseller de Turismo, Iago Negueruela, quien reconoció que los casi 600.000 euros aportados por el Govern para la celebración del concierto procedían del Impuesto de Turismo Sostenible, más conocido como ecotasa.

Negueruela, además, se implicó personalmente en conseguir que otras instituciones de las Islas aceptaran financiar el concierto. Lo hizo junto a su pareja, Esther Carrizo, directora adjunta de la AETIB, según avanzó ayerPeriódico de Ibiza y Formentera. Con estas gestiones lograron que el Consell d’Eivissa aceptara aportar 50.000 euros a la gala, mientras que el Ayuntamiento de Ibiza contribuyó a su financiación con 25.000 euros más.

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El Consell de Mallorca ha destinado a este concierto 350.000 euros y el Ayuntamiento de Palma 100.000. La institución insular de Menorca, finalmente, ha pagado otros 50.000 euros.

Detalles del contrato
El contrato en sí contiene puntos, cuando menos, sorprendentes. A lo largo del mismo se puntualiza en diversas ocasiones que se trata de un «contrato privado». En el mismo se indica que la contratación se basa en un convenio firmado entre la AETIB, el Consell de Mallorca, la Fundación Fomento del Turismo de Menorca, el Consell d’Eivissa y los ayuntamientos de Palma, Inca y Vila. Como objeto del contrato figura «la difusión de las marcas de las Islas Baleares y de las instituciones públicas que colaboran». Y como acciones complementarias a la gala se fijan la rueda de prensa de presentación de la misma; un concurso de diseñadores gráficos; el cocktail de nominados en Ibiza; secrets shows en Ibiza, Mallorca y Menorca; show case en Menorca y Mallorca; pre-show making off de la promoción en YouTube y una campaña publicitaria en diversos medios y soportes de comunicación para la promoción de la gala y de las acciones complementarias.

El contrato se justifica con afirmaciones como que Los 40 Music Awards «son los premios más importantes de la música en España y uno de los grandes acontecimientos de la agenda cultural de todo el Estado». «Esta es la gran fiesta de la música de nuestro país», se añade, «y la cita anual en la que el público comparte una noche inolvidable con los artistas más relevantes a escala global».

Que esté organizado por un medio de comunicación privado se solventa definiéndolo como una «peculiaridad». Pero en el contrato también se recuerda que es precisamente este hecho el que hace que la «repercusión mediática» del concierto sea «muy superior a cualquier acontecimiento llevado a cabo en las Islas Baleares». «Con un valor del plan de comunicación de más de 12 millones de euros, la repercusión mediática del acontecimiento garantiza el posicionamiento nacional e internacional de las marcas de destino como referente mundial», prosigue el contrato.

En otro punto del texto, finalmente, se asegura que la celebración de esta gala en Mallorca «contribuye al impulso del posicionamiento de Baleares como destino de vanguardia» y en el que se pueden llevar a cabo «grandes eventos con la presencia de figuras de nivel internacional». Algo que «produce un importantísimo impacto mediático e implícitamente de promoción turística del destino».