No todos los locales de música decidieron bajar la persiana el fin de semana en Ibiza, pese al fuerte pulso que mantiene la pandemia con esta sexta ola. Algunos empresarios del ocio decidieron celebrar su particular bienvenida al Año Nuevo. Es por eso que, el 1 de enero por la tarde, la Policía Local y la Guardia Civil intensificaron la vigilancia en estos entornos musicales.

Una seguimiento que, según fuentes municipales, se saldó con varias denuncias por incumplir la obligación del uso de mascarillas dentro de uno de los locales. «El establecimiento no controló las medidas sanitarias», señalaron. El mismo local fue sancionado también por superar los niveles atmosféricos de dióxido de carbono. Muy cerca de aquí, otro espacio musical tuvo que desalojarse por albergar unas 150 personas en su interior y «por convertir el restaurante en una discoteca».