Regresa a Ibiza la alegría del Carnaval. | Marcelo Sastre

Tal vez no fuera la mejor rúa de Carnaval que se ha visto por las calles de la ciudad de Ibiza, pero sí una de las más emotivas. Es cierto que se han visto algunas en las que el número de participantes era casi el doble y otras en las que la música y los bailes fueron realmente espectaculares, pero la de ayer quedará para muchos de los presentes grabada en su memoria como la que marcó el principio del fin de la pandemia del coronavirus. No en vano, la alegría y los disfraces volvieron después de que el año pasado el desfile se tuviera que suspender por el alto número de muertos que se registraban por aquel entonces en todas partes de España.

Tal vez por ello, desde primera hora de la mañana ya había muchas ganas de disfrutar, bailar y cantar entre los miembros de las comparsas participantes y también fuera de ellas. Como si el vestirse con un disfraz y colgarse la mejor de las sonrisas fueran las mejores medicinas para alejar las penas y los problemas de los últimos días.

Familias enteras se lanzaron a seguir el recorrido de la rúa por las calles, lo que convirtió a la ciudad en un crisol enorme de alegría donde podías encontrar prácticamente de todo, desde los tradicionales superhéroes a caballeros, princesas, guerreros, médicos, deportistas, bomberos, cocineros o policías. Incluso muchos ejemplos de originalidad con propuestas mucho más elaboradas como un grupo que llevaba en la cabeza unos originales sombreros creados con globos. Cogidos de la mano, sentados en las rotondas, de pie en los bancos, sobre los hombros de los padres o en las terrazas de las viviendas, cualquier lugar era bueno para transformarnos en otros y ser algo más felices al menos durante unas horas.

Eso también se notó entre los que se animaron a participar de forma individual o en pequeños grupos. Fueron más numerosos que en ediciones anteriores, todos muy originales y desgraciadamente se quedaron sin un merecido premio debido a unas bases del Ayuntamiento de Ibiza con las que se acaban premiando otras cosas.

Grupos pequeños

Estos valientes dieron lustre a la rúa apareciendo tras la comparsa fuera de concurso La Tribu del Centre de Creació Jove C19 del Ayuntamiento de Ibiza, con una treintena de bailarines vestidos de guerreros tribales.

Desfilaron casi todos los primeros y el trío de Irene, María y José que recreaba la película de Entrena tu dragón, La bruja que da la chapa, Samir y Margie de Les algues de Eivissa, Laura y su espectacular y sorprendente traje de calavera, el dúo Drags del cel o La mujer de la peca, una original comparsa en la que un grupo de amigas celebraban la despedida de soltera de Rosa, dejaron un magnífico sabor de boca. Lo mismo que María, Luca, Valentina, Pati, Diego y Rubén, que se atrevieron a recrear el universo de las películas de Star Wars con todo lujo de detalles, incluyendo una gran Reina Padmé Amidala, un soldado Imperial y varios Obi-Wan Kenobi.

Escasez de participantes

Entre el resto de concursantes se notó que el número de participantes había descendido con respecto a otros años. El público más veterano echó especialmente en falta la presencia de más academias de baile, más colegios o asociaciones de padres y madres y más asociaciones de vecinos.

Entre las primeras apenas se pudo ver desfilar y bailar a dos de ellas, el Estudio de Danza Adrián Pineda, con sus bailarinas convertidas en grandes y coloridos corazones bailando al ritmo de la canción Corazón Contento y Capricorn Estudio, que apostó por el mundo Lolli Pop con bailarinas también de coloridos trajes, grandes piruletas y coreografías muy estudiadas. El hecho de que esta última compañía decidiera no entrar en concurso dejó libre el primer premio en la categoría de Academias de Baile, galardonado con una cantidad económica de 1.200 euros.

A pesar del esfuerzo, concentración e interés que le pusieron las jóvenes bailarinas durante todo el trayecto, lo cierto es que se echaron de menos los cientos de guerreros de Braveheart o de Avatar o las animadoras y marineros que en otras ediciones consiguieron llenar las calles con sus espectaculares coreografías y trajes.

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Lo mismo sucedió con los centros escolares. La pandemia y el miedo a los contagios dejaron muy mermada la ilusión y solo el CEIP S’Olivera se atrevió a salir a la calle, siendo el único representante en la categoría de Comparsas de Ámbito Escolar. Los del centro escolar de Puig d’en Valls se han acostumbrado a dejar con la boca abierta al público desde que en 2018 se convirtieron en los originales vehículos de la película Transformers y una vez más no defraudaron. Su primer premio en su categoría fue merecido gracias a su propuesta Planeta S’Olivera, repleta de personajes venidos del futuro, vestidos de blanco y originales trajes elaborados de forma artesanal.

Ámbito social y general

Donde seguramente el jurado tuvo más problemas para decidir el ganador fue en las categorías de comparsas de Ámbito Social y de Ámbito General.

Aunque en la primera se echó de menos la alegría que siempre le ponen de los miembros de la Asociación de Vecinos de Es Clot, estos grupos fueron los más animados y los que se salieron un poco del guion establecido.

La ganadora en ámbito social fue la propuesta La unión hace la fuerza de otra asociación de vecinos de la ciudad de Ibiza, en este caso Es Pratet, que desfiló rindiendo un homenaje a Europa con multitud de banderas y unos disfraces que se transformaban en un gran mapa. Todo ello bajo el himno del continente y que, con todo lo que se está viviendo en Ucrania durante los últimos días, emocionó a más de uno.

El segundo puesto fue para Donde salta Wally, la comparsa de Ibiza Fitness de Puig d’en Valls, en la que desfilaron muchos participantes saltando y bailando en todo momento con sus Kangoo jumps en los pies pero con sencillos y poco elaborados trajes en los que se quisieron parecer de forma sutil al popular personaje de cómic. Aún así, al ser los que más gente congregaron se llevaron el siempre controvertido premio especial a la Mayor Participación.

En tercer lugar quedó otra de las asociaciones clásicas en las rúas de Carnaval, l’Associació de Cartaginesos i Romans, que en esta ocasión dejó de lado su apuesta casi siempre reivindicativa para crear una enorme Flower Power repleta de divertidos y originales hippies bajo el nombre de Vida la vida. Una propuesta que también tuvo doble premio puesto que fue reconocida con el especial de Mejor carroza, galardonado con 600 euros.

Por su parte, los premios en la categoría de Ámbito General fueron para dos de las ideas más reivindicativas. El primero, para la de los activistas de Extinction Rebellion, quienes pidieron un mundo vegano, sin macroganjas y con una mejor vida para los pulpos. Todo ello con sencillos trajes artesanales, elaborados con material reciclado y un original pulpo de color rosa repleto de plásticos.

Precisamente detrás de ellos desfiló la comitiva de Piruleto, que puso un toque de color a la rúa con una veintena de payasos vestidos de trajes originales, muy parecidos a los del famoso anuncio de televisión del detergente Micolor, y al ritmo de algunas de las canciones que forman parte de la banda sonora de los más pequeños de la familia.

Mientras, el segundo premio fue para las bailarinas y músicas tribales de Raíz Negra, compuestas por una fusión de los grupos DunDun Dance y Baile Africano y coordinadas por Nati Botta. Finalmente, el tercero, para ReciKaos, unos bomberos muy divertidos que junto a su camión, hicieron distintas peticiones a las administraciones de la isla en algunas de sus pancartas, entre ellas, mayores dotaciones de bomberos sobre todo en la zona del nuevo vertedero «por si acaso».

Precisamente estas dos últimas propuestas hicieron doblete. Raíz Negra también se llevó los 600 euros de Mejor Dirección Artística y ReciKaos, el especial de Mejor Cuidado al Medio Ambiente, reconocido también con la misma cantidad económica.