Los cazadores de Ibiza protestan este martes frente al Parlament balear, acompañados de Vicent Marí, presidente del Consell y del portavoz del Grupo Parlamentario Popular (GPP), Toni Costa.

La prohibición de cazar tordos, codornices o tórtolas en zonas de Ibiza puede tener consecuencias muy negativas para el campo pitiuso. Así lo avisan los agricultores que cada día trabajan el campo. A pesar de su inofensiva y simpática apariencia, un ave como el tordo puede convertirse en una grave amenaza para los agricultores. Agrupados en grandes bandadas, cuando los tordos atacan frutales, viñedos o campos de cereales, pueden llegar a arrasar toda una cosecha.

Por ello, agricultores de Ibiza expresaron este lunes a Periódico de Ibiza y Formentera su rechazo a las intenciones del Govern de aprobar el Plan de Gestión Red Natura 2000 que abarcará zonas de Porroig, Cala d´Hort o Cala Llentrisca. La caza del tordo o la codorniz quedará allí totalmente prohibida.

Aunque para los payeses la paloma torcaz es el principal enemigo a batir por los destrozos que provoca en los cultivos, también los tordos o las tórtolas pueden causar importantes daños en cosechas de todo tipo.

Los cazadores ya se han puesto en pie de guerra y este mismo martes, frente al Parlament balear, se celebrará la concentración de protesta en la que este colectivo mostrará su repulsa hacia la aprobación del plan. Desde la delegación insular de la Federación balear de Caza calcularon que entre 20 y 30 personas de Ibiza podrían participar en la concentración.

También desde la delegación en Ibiza, Toni Roig explicó el lunes que, inicialmente, la paloma torcaz podrá seguir cazándose en cualquier punto de la isla: «Los agricultores cuentan con nosotros y nos piden que les echemos una mano en el tema de las torcaces dentro de nuestras posibilidades».

Roig recordó que la caza de la paloma torcaz se amplió en 2020 precisamente por los daños que estaba provocando en las explotaciones agrarias de la isla. El Consell d’Eivissa concedió entonces autorizaciones especiales para hacer controles de torcaces en explotaciones en las que se preveía que hubiera daños importantes para las cosechas y se contrató a una empresa especializada para realizar controles y un seguimiento sobre la situación.

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Las cooperativas

El presidente de Agroeivissa, Iván Colomar, lamentó este lunes que la presencia de aves como los tordos o las torcaces «afecta a todo aquel que se dedica al sector primario», tanto a quien trabaja en cultivos de regadío como de secano.

Colomar recordó que cereales o plantaciones de sandía o melón pueden resultar muy dañados por estas aves.

Desde la Cooperativa Agrícola Santa Eulària, el gerente Xavier Conesa reconoció también los peligros que suponen los tordos o las tórtolas para cultivos de todo tipo. Según explicó, hasta ahora en su cooperativa no han solicitado la colaboración de los cazadores para controlar estas poblaciones: «Es una herramienta más para regularlas. Las torcaces, por ejemplo, pueden vaciar una finca en muy poco tiempo. Tienen una voracidad bastante grande y comen muchísimo».

Desde esta cooperativa reiteraron que estas aves son un «problema grave» y pueden echar a perder viñedos, frutales o árboles que están ahora en floración porque se comen los tallos verdes.

En la Cooperativa Agrícola Sant Antoni reconocieron que numerosos agricultores deben solicitar cada año la licencia para controlar estas poblaciones de aves, principalmente de torcaces. «Lo comen todo: la flor, la fruta y, sobre todo en cultivos de hoja, provocan mucho daño porque después ya no se pueden comercializar», aseguraron desde esta cooperativa.

David Tur, vicepresidente de la delegación insular de los cazadores, reconoció recientemente que, además de cazar, sus colegas realizan otras importantes labores en el campo como el control de las poblaciones de serpientes o de las torcaces.

«Quieren intentar eliminar la caza, una actividad que ha existido siempre y que, además, da trabajo a mucha gente. No entendemos el motivo de tantos ataques hacia nosotros. Se están pasando bastante con tanto prohibir», concluyó.