La diseñadora gerundense Ivanna Mestresjunto a su marido y socio Marcelo Bernard tras presentar su colección en la Pasarela Adlib de 2021 que se celebró en junio en el Baluard de Santa Llúcia.

Ivanna Mestres cumplirá este sábado en Es Martell 10 años desde que desfilara por primera vez en la Pasarela Adlib.

Una efeméride muy especial que la diseñadora gerundense quiere celebrar por todo lo alto con una colección que ha bautizado con el original y sorprendente nombre de Bailando con medusas y que, según explicó ayer ella misma a Periódico de Ibiza y Formentera, pretende ser un homenaje al universo que puebla los fondos marinos y en especial a las medusas. «Sé que a mucha gente no le gusta y le da miedo pero a mí me encantan, me parecen preciosas e hipnóticas, y por ello he querido acordarme de ellas, de su morfología y de su movimiento debajo de mar con prendas en las que predominarán los cortes en tiras, los tejidos vaporosos, las gasas, los tules y los tejidos volátiles en tonos blancos y rosas claros».

Para ello, Mestres trabaja estos días intensamente para tener todo a tiempo siempre cumpliendo con los estándares de calidad que han caracterizado a la firma y con el handicap añadido de que es ella misma la que prácticamente hace cada diseño. «Antes teníamos un local en el centro de Ibiza pero desde hace poco nos hemos mudado a un bajo en la zona de es Pratet y aquí trabajamos mi marido Marcelo Bernard, que es uruguayo y es mi socio, una costurera y yo, haciendo todo de forma artesanal y cuidando hasta el más mínimo de los detalles para que todo salga perfecto y por eso es cierto que son fechas un poco agobiantes para nosotros», aseguró ayer la diseñadora con una sonrisa.

Con su madre y su abuela

En este sentido, recuerda que «esta maravillosa aventura» comenzó dos años antes, cuando hace 12 decidieron crear la firma. Algo que según ella misma comenzó «un poco por casualidad y sin que estuviera del todo previsto» aunque desde ya desde adolescente siempre le había atraído la costura. «A los 13 o 14 años empecé a aprender el oficio con mi madre y mi abuela que eran costureras y, de hecho, fue con mi madre con quien tuve mi primer trabajo, pero no fue hasta que llegué a Ibiza y me matriculé en la Escola d’Art cuando empecé a pensar que podía dedicarme a esto de forma completamente profesional».

«Llegué a la isla con lo que había aprendido en mi familia pero tras aprender patronaje en l’Escola d’Arts y encontrar una gran fuente de creatividad en la isla, poco a poco fui creando piezas más por disfrutar de un mundo que me apasiona que por crear mi marca»

De hecho, Mestres lleva 16 años en Ibiza tras llegar con su marido Marcelo, precisamente ahora involucrado en la creación de una colección de camisetas que llevará el nombre de la firma Ivana Mestres. «Yo llegué aquí sabiendo lo justo, lo que había aprendido en mi familia, pero en la escuela aprendí la técnica del patronaje y eso, unido a la creatividad que siempre provoca la isla de Ibiza a los que vivimos aquí, hizo que poco a poco fuera creando una serie de piezas más por disfrutar de un mundo que me apasiona que por trazar un plan establecido de crear una marca propia».

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En aquellos inicios también jugó un papel muy importante el restaurante Km5. «Con ellos solo puedo tener palabras de agradecimiento porque gracias al responsable de la boutique pude empezar a vender mis prendas allí y empezar a ver las reacciones de los clientes para ir sabiendo que era lo que más les gustaba de lo que hacía en esos primeros momentos y así empezar a crecer como diseñadora».

En junio de 2012

Su primera aparición en la Pasarela Adlib fue en junio del año 2012 en Usuaïa Ibiza Hotel y Mestres lo recuerda con enorme cariño. «Guardo en mi memoria como si fuera ayer el intenso trabajo que hicimos durante los días previos, la emoción de ver las prendas desfilar sobre la pasarela y aquellas piezas que en buena medida estaban inspiradas en el trabajo que yo durante un tiempo tuve como encargada de vestuarios de algunas discotecas de Ibiza, con grandes tules y muchos volúmenes, y que sinceramente ahora no se parecen en nada a lo que hacemos».

En este sentido, la diseñadora gerundense asegura que otro punto de inflexión en su carrera fue abrir una boutique en Marina Botafoch ya que le permitió «dar rienda suelta a otro tipo de colecciones con pedrerías, encajes y más inspirados en la filosofía Adlib de toda la vida».

Además, le permitió concebir sus prendas pensando en distintos tipos de público, con una colección más comercial y con precios pensados para bolsillos más ajustados y otra más de lujo y exclusiva que le ha permitido también llegar hasta lugares tan diferentes como Málaga, Mallorca, Dubai, Miami o Uruguay. «Todo en esta vida es evolución y en el mundo de la moda más aún y por eso ahora mismo trabajamos mucho con punto de viscosa, tafetanes y sedas con una gran gama de colores fusionados con lentejuelas, pelo sintético, neopreno y materiales de fiesta y ahora nuestro público objetivo es muy amplio, con prendas para mujeres de una horquilla de entre 25 y 60 años, pero con el elemento en común de quererse ver guapas, espectaculares y seguras».

Actualmente, como otras firmas del sello Adlib Ibiza también trabajan mucho el sector nupcial. «Es un campo que funciona muy bien debido al buen nombre que tiene la isla de Ibiza debido a los privilegios naturales que ofrece y también al de nuestra moda Adlib pero en nuestro caso no creamos grandes colecciones sino que hacemos cada traje de forma individualizada, pensando en cada novia y en su personalidad, reuniéndonos con ella e intentando sacar lo mejor de ella para que luzca lo más guapa posible en un día tan especial».