Imágenes de la Guardia Civil este martes.

Rotonda de acceso al aeropuerto de Ibiza. Martes a mediodía. El trasiego de viajeros es frenético. Ibiza afronta una temporada de récord tras la pandemia y garantizar la seguridad es la máxima prioridad. Y con este objetivo operan desde principios de mes el medio centenar de agentes de refuerzo de dos unidades de la Guardia Civil altamente especializadas. El aeropuerto y el puerto de Ibiza es el foco principal de actuación de las unidades del GAR, el Grupo de Acción Rápida, la unidad de élite de la Guardia Civil.

«La verdad es que solo con su presencia ya impresionan», apuntan varios turistas en la terminal y alguno de los conductores que han pasado por el filtro desplegado en cuestión de segundos en la rotonda ubicada junto a la Ponderosa.

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Los agentes van provistos de fusiles de asalto Heckler & Koch G36, HK MP5, o escopetas. Los vehículos todoterreno estrechan el vial y el filtro se marca con conos y señales indicativas. Uno de los agentes sostiene un sistema de barreamiento, una cadena de pinchos que evitará un posible intento de fuga.

El despliegue de refuerzos también incluye una veintena de efectivos del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS). El portavoz de la OPC de la Guardia Civil, Paco Molina, indicó que estas unidades se mueven por toda la Isla en función de las necesidades pero su principal cometido es la zona de Sant Antoni.

A media tarde de este martes, una patrulla de los GRS despliega un punto de control de verificación y prevención. Esta unidad operará en Sant Antoni para perseguir todo tipo de delincuencia pero su cometido principal será la lucha contra los delitos de índole sexual, un tipo de criminalidad que ha registrado un repunte en los últimos años.