Dolors Cordera en su inolvidable papel en la película Los crímenes del Día de Todos los Santos de Héctor Escandell.

El mundo de la cultura y la interpretación en particular se han despertado esta mañana con la triste noticia del fallecimiento de la conocida actriz Dolors Corderas a los 78 años de edad.

Nacida en Barcelona, se hizo un nombre en Ibiza donde será muy recordada, tanto por sus papeles en decenas de obras de teatro y en películas de cine tan recordadas como Los crímenes del Día de Todos los Santos del director ibicenco Héctor Escandell como por haber dado clase de interpretación a varias generaciones de jóvenes actores que buscaban comenzar en este mundo.
Comenzó en el mundo del teatro en 1961, antes de ser mayor de edad, cuando con 17 años interpretó el papel de la monja Alegría, aunque fue en la isla donde tras llegar con su marido Roberto hizo del teatro su profesión y vocación gracias, fundamentalmente, a la compañía de Arts i Oficis que por entonces dirigía Pedro Cañestro y el actor y director Ramón Taboada.

Con ellos fue actriz, directora y profesora y precisamente ellos fueron los primeros en dar la noticia de su triste pérdida. «Hoy, con todo el dolor de nuestro corazón, tenemos que comunicaros la marcha de una talentosa actriz, una estupenda compañera, una amiga cariñosa, una trabajadora incansable y una maravillosa persona. Nuestra querida Dolors Corderas, nos ha dejado para siempre pero siempre estará en los corazones de las muchas personas a las que supo transmitir su amor y su pasión por el teatro. Gracias por todo. Ha sido un honor poder compartir escenario y aprender de ti todos estos años. Te llevamos en el alma. DEP».

El director ibicenco Héctor Escandell ha sido uno de los primeros en lamentar el fallecimiento de Dolors Corderas en las redes sociales

Con el tiempo, Dolors Corderas también se incorporó a la compañía Las Querubinas de la Llar d’Eivissa con quien preparó, representó y dirigió decenas de obras de todos los estilos y donde recibió un merecido homenaje en el año 2012 junto a Walter Kopecky. También tuvo tiempo para dar clase con el Ayuntamiento de Ibiza, en la Parroquia de Santa Cruz y en distintos cortometrajes de jóvenes ibicencos.

Incluso, llegó a trasladar su afición y su amor por las tablas a sus hijos Roberto y Ángels, con quien llegó a compartir varias obras.

El cuerpo de esta gran mujer de teatro y de la interpretación será incinerado este sábado en el tanatorio-crematorio Aurens en Santa Eulària.