Abril se bañó y navegó sin problemas junto a sus compañeros y recibió el diploma del curso.

«Hay que perder de una vez por todas los miedos a que los niños con y sin diversidad funcional jueguen y hagan actividades juntas». Así de clara se mostró ayer Susana Ribas, madre de la pequeña Abril, cuando contó para Periódico de Ibiza y Formentera la experiencia de su hija en los cursos Estiu IN a Es Nàutic que organiza Es Nàutic de Sant Antoni.

De hecho a Ribas, también secretaria de la asociación Ibiza IN, se le ilumina la cara cuando habla de las dos semanas que acaba de pasar la pequeña formando parte del grupo El Jardín del Mar y solo tiene palabras de agradecimiento para el club. «Ha sido una experiencia increíble para ella y gracias a que Enrique Más apostó por el proyecto el año pasado superando barreras y contratiempos y a que los monitores María, Inés o Alejandro se han desvivido desde el primer al último día ella ha sido una más de entre los chicos y chicas del curso».

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Muy ilusionada y contenta

Abril tuvo un problema de oxígeno durante el parto lo que le provocó una parálisis cerebral que le afectó a nivel motor aunque no a nivel intelectual. Algo que no le impide ser una campeona con unas ganas enormes por disfrutar de todo lo que le ponga la vida a su alrededor. «El año pasado aún era muy pequeña para participar en Estiu IN a Es Nàutic pero este verano tenía unas ganas enormes y estaba muy ilusionada los días previos y cada día que pasaba se levantaba más contenta y venía más feliz contándonos lo que había hecho junto a sus amigos y junto a su hermana Martina que gracias al Náutic de Sant Antoni acudió con ella en el mismo curso».

No en vano a esta pequeña que estudia en el CEIP Sant Antoni no se la resistido nada. «Como padres teníamos ciertos miedos de que la pudiera pasar algo en el mar pero durante estas dos semanas sus monitores nos dieron a todos una lección de que todos los niños y niñas pueden disfrutar juntos y revueltos tirando de imaginación para que ella participara en todas las excursiones, se pudiera bañar junto al barco, pudiera visitar algunas cuevas, bajar a jugar a la playa, aprender todas las partes que componen un barco y, en definitiva, fuera una más de los siete pequeños de la tripulación de La Gamba».

Además, según Susana Ribas, la experiencia ha sido también muy enriquecedora para todos los compañeros de Abril. «Al final todos salen ganando, mi hija Abril, Aira con Síndrome de Down o Beltrán con algunas afectaciones como TEA o cardiopatía, y también sus compañeros que descubren desde bien pequeños que la integración se puede conseguir, que no solo es una palabra, y que en esta sociedad todos pueden participar juntos sin que tengan que estar separados por si tienen o no diversidad funcional».