Nave de la Fundación en el polígono de Montecristo. | Daniel Espinosa

Dar segundas oportunidades a los objetos, al medio ambiente y, lo que es más importante, a las personas. Este es el triple objetivo por el que lucha la Fundación Deixalles Ibiza desde el año 2003.

Con este propósito y con la finalidad de desarrollar mejor su labor social y ambiental, la entidad se mudó, tras varios años de búsqueda, al polígono Montecristo de Ibiza. «Este espacio nos permite almacenar toneladas de donaciones para darles una nueva vida y evitar que estos objetos sean tirados a la basura», destacó a Periódico de Ibiza y Formentera la encargada de la mesa de donación mientras reconocía el trabajo de Adrián, un usuario de terapia ocupacional que estaba pintando pequeñas vigas de madera.

Sin duda, esta labor social se intensifica a la hora de ofrecer oportunidades laborales a personas en riesgo de exclusión social, aquellas que han visto mermadas sus capacidades para afrontar la búsqueda de empleo y medios de vida.

Memoria anual

En este sentido, según la memoria anual de actividades de 2021, presentada este viernes por la Fundación Deixalles Ibiza, la entidad pudo cerrar el año pasado 107 contratos de inserción laboral en la isla, un 42% más que en 2020.

«Trabajamos para generar oportunidades para las personas en situación de vulnerabilidad y ayudarles a mejorar su empleabilidad», subrayó durante la presentación la coordinadora de proyectos sociales, Raquel Martínez. Sin ir más lejos, de estos contratos, el 63% se ha hecho a personas mayores de 45 años.

Junto a ella, el presidente de la Fundación Deixalles, José Falcó, y el representante de la entidad, Joan Carles Palerm, informaron de unos resultados «muy positivos» que responden al esfuerzo colectivo, tanto de todos los miembros de la organización como de los ciudadanos y entidades que donan y subvencionan al equipo, haciendo posible su actividad. También quisieron destacar otras cifras alcanzadas en materia sociolaboral. «Más de 1.000 personas participaron en el itinerario de orientación laboral de la entidad e insertamos al 46% de las personas que finalizaron el proceso», explicó Martínez con satisfacción.

Además, un total de 209 personas pasaron el año pasado por los diferentes itinerarios de inserción laboral de la Fundación. «El 69% de las personas que han finalizado este proceso se ha insertado al mercado y un 70,7% ha mejorado sus competencias sociales y laborales», señaló mientras los trabajadores de la entidad intentaban recoger y armonizar todas las donaciones recibidas.

«Encomiable»

La encargada de la mesa de donación, que lleva desde marzo trabajando en la Fundación, destacó que la labor de restauración que hacen los usuarios es «encomiable». «Los muebles donados son objetos viejos. Aquí se reparan o se arreglan los desperfectos para dejarlos como nuevos y renovados», explicó mientras mostraba una de las técnicas de lijado que uno de los usuarios había utilizado en una de las sillas de madera. Asimismo, puntualizó que dividían las donaciones en productos de cocina, decoración, juguetes y ropa gracias al gran espacio de la nueva sede. Sin ir más lejos, esta nave permite a la Fundación Deixalles disponer también de aulas de formación, un espacio de atención al público, un taller para la selección de ropa y un espacio para deixalleria y acondicionamiento.

Una disposición que refleja el gran impacto positivo tanto social como ambiental que representa esta entidad para la isla. Muy cerca de la mesa de donación, Jessica, Sabina y Piedad revisaban, seleccionaban y emperchaban las grandes cantidades de ropa donada. «Llevo pocos días aquí. La Fundación nos ayuda mucho a empezar de nuevo», subrayó una de las usuarias vulnerables.
En este sentido, según el representante de la entidad, Joan Carles Palerm, Deixalles Ibiza recogió, trató y gestionó un total de 2.400 toneladas de objetos y residuos en 2021, de los que el 74% se han reutilizado y un 10% se ha reciclado.

Datos que contempla la memoria de actividades 2021 de la entidad. También refleja que estas toneladas han supuesto un ahorro de emisiones de 9.335 toneladas de CO2. Unos resultados sociales y ambientales que, sin duda, dan energía y fuerza a Deixalles Ibiza para seguir trabajando.