Cesta de tomate ibicenco en un puesto del mercado payés de la Cooperativa de Sant Antoni. | Toni Planells

«Esta ha sido la semana del tomate, por lo menos en Can Fontet», ha asegurado Maribel este viernes en su puesto del mercado de la Cooperativa de Sant Antoni. Y es que el rojo de este fruto veraniego protagoniza buena parte de los puestos dedicados a la fruta y verdura, sobre todo, en esta época del año.

Cielo, clienta del mercado.

«Una vecina, que es payesa, decía el otro día que estos saben al tomate como el de antes», comentaba un cliente con su compañera. Otra clienta, Cielo, explicaba a Maribel que ya ha secado algunas semillas de ese tomate para llevárselas de regreso a Colombia. «Les mandaré fotos cuando me salgan los tomates», se comprometía Cielo antes de despedirse. «Siempre que vengo a Ibiza a visitar a mi hijo Héctor me llevo semillas de todo lo que puedo para sembrarlas en mi casa. Aunque no tengo finca las siembro en macetas. El otro día me llevé estos tomates, me gustaron mucho y ya estoy secando las semillas. También, por ejemplo, de pimiento blanco», de esta manera explicaba Cielo su peculiar forma de llevarse como recuerdo de Ibiza su sabor más tradicional.

‘Tia Fracisca’

La variedad de tomate que Cielo prevé sembrar en Colombia es la que Maribel ha llamado ‘Tomate de la tía Fracisca’ en homenaje a su tía, Fracisca de Can Tití. Y es que Maribel ha cultivado estos tomates a partir de las semillas que la tía Fracisca guardó meticulosamente en una bolsita de regalo con corazoncitos, con un papelito cosido que ponía explícitamente «no tirar esta bolsa», y que sus primas se encargaron de que llegara a las manos de la «única de la familia suficientemente friki de la payesía que queda», tal como se describe Maribel. Con «friki», Maribel se refiere a que, para conseguir su producto autóctono de manera ecológica, «sembramos variedades menos productivas, hay que desechar un buen porcentaje de la producción, también son variedades menos resistentes a las plagas y hongos».

Tomate de la tia Fracisca (izda), ‘cor de bou’ (centro) y tomate ‘pebroter’ (dcha).

El precio del kilo de los tomates de la tía Fracisca es de 3 euros. Un precio algo más elevado que en las grandes superficies que, teniendo en cuenta los argumentos de Maribel respecto a su cultivo, así como su sabor, «como el de antes», tal como describía aquel cliente, y su calidad ecológica, queda más que justificado. Además, «de cada una de las semillas, puedes sacar una planta que te dará muchos tomates. Esto es soberanía alimentaria», apuntaba Maribel.

El tomate de la tía Fracisca comparte precio (y calidad) con otras variedades que se ofrecen en los puestos del mercado payés de la Cooperativa de Sant Antoni. Así ocurre con la variedad tradicional ‘cor de bou’ o con el tomate ‘pebroter’. En una improvisada cata, Maribel pone casi en paralelo sus sensaciones con el ‘cor de bou’ y el de la ‘tía Francisca’, este último más grande y «con más hueco entre sus ‘costillas’», observaba la payesa. El ‘pebroter’, en cambio, «es algo más dulce y carnoso».

El este mercado también se pueden encontrar otras variedades como el tomate ‘cherry’ o el ‘cherry pera’, a 5,10 euros el kilo; el «normal y corriente, pero buenísimo» , a 2,40 euros el kilo, tal como describe Francesca, en su puesto, que recomienda el tomate ‘de colgar’ «para hacer sofritos o para restregar en el pan».