La cena Estrellas contra el cáncer recauda 18.080 euros para Aspanob. | Manu Gon

Desde el pasado 9 de octubre, un día después de celebrarse la cena benéfica Estrellas contra el cáncer en el restaurante STK Ibiza, la Asociación de Padres de Niños Con Cáncer de Baleares (Aspanob) cuenta con 18.080 euros más para poder llevar a cabo su trabajo.

Una ayuda muy importante tal y como ha comentado este viernes por la mañana en la entrega simbólica del cheque en la sede de Fomento del Turismo, una de las fundadoras de la asociación y actual gerente, Eulalia Rubio Mesquida. «Se trata de una cantidad muy importante porque actualmente solo podemos nutrirnos en un 35% de las subvenciones y el resto lo tenemos que obtener como podamos de actos como esta cena que fue una auténtica maravilla».

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En este sentido, Rubio ha recordado cómo ha cambiado todo desde que ella comenzó hace ya 35 años. «Al principio todo fue muy difícil al no encontrarnos con ninguna puerta abierta pero poco a poco gracias en buena medida a la ayuda de mucha gente de Baleares hemos conseguido en todo este tiempo que unos 210 niños, niñas y familias con cáncer de las Pitiusas pudieran ser tratados en el Hospital Universitario Son Espases ya que en Ibiza no pueden recibir tratamiento».

«Un evento precioso»

Por otro lado, el impulsor de esta cena Estrellas contra el cáncer, Óscar Molina, chef del Restaurante La Gaia ha mostrado su «enorme satisfacción» por el éxito conseguido que él mismo calificó «como el evento del año» gracias a la participación de colegas y amigos llegados de todas partes de España y del mundo como Henrique Sá Pessoa, Mario Sandoval, Víctor Martín, Paco Roncero, Óscar García, Luis Veira, Álvaro Garrido y Carles Abellán.

También ha asegurado que «fue una gran fiesta que ojalá no se tuviera que celebrar al no haber niños y niñas enfermas o que tengan que marcharse fuera de Ibiza a recibir tratamiento» y al mismo tiempo ha recordado que todos los chefs participaron de forma completamente altruista. «Fue un evento precioso en el que todo el mundo se entregó, no solo los cocineros sino todo aquel que quiso echar una mano, porque se combinan dos cosas muy especiales, una enfermedad que a todos nos toca de manera más o menos cercana y los niños, y pienso que hay que ser muy mala persona para no aportar tu granito de arena».