La nueva iluminación de la avenida Isidor Macabich. | Gisela Revelles

«Lo de las 2.500 bombillas LED era una noticia de prensa. No sale en ninguna parte del contrato y el contrato es lo que hay que seguir. Nunca se han exigido a Citelum estas 2.500 bombillas y no hay que hacerlo porque salga en una noticia o porque alguien lo dijera en otro momento». Con estas palabras, la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ibiza, Elena López, ha tirado por tierra en el Pleno celebrado este jueves la creencia de que el municipio estaba a la vanguardia en lo que al uso eficiente de la energía eléctrica se refiere. Y es que hay que remontarse a 2011 para recordar que fue aquel año cuando el Ayuntamiento, gobernado entonces por la socialista Lurdes Costa, anunció a bombo y platillo que se habían cambiado todas y cada una de las bombillas tradicionales que dependían de lo público por leds.

En un comunicado publicado el 3 de marzo de aquel año y recogido por Europa Press, Vila anunciaba que, en el marco de la campaña Ibiza Sostenible, había cumplido con su Plan Director de Alumbrado, convirtiéndose en «uno de los primeros municipios ecológicos de Europa al contar con iluminación de tecnología LED y sistemas de control de última tecnología que permiten ahorrar energía». En el mismo comunicado, el Consistorio informaba de que la empresa encargada del control del alumbrado público, Citelum, había «cambiado las bombillas tradicionales de 2.500 farolas por leds de bajo consumo en todo el municipio». Con este gesto se lograba, supuestamente, «una reducción del consumo energético del alumbrado público de un 25%». Además, dado que los leds tienen una vida más larga que las bombillas tradicionales, el Ayuntamiento afirmaba entonces que se lograría con el cambio «una reducción importante del 20% en los costes de mantenimiento de estas luminarias». Y, por si fuera poco, se añadía que a partir de aquel momento Ibiza dejaría de «emitir a la atmósfera 534 toneladas de dióxido de carbono a lo largo del año».

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Este proyecto, según informó en 2011 el Ayuntamiento, se había llevado a cabo siguiendo un informe elaborado por Citelum, cuyo delegado hoy en Ibiza es el controvertido Alfonso Molina. El informe contenía un «exhaustivo estudio cromático» de cada uno de los barrios de la ciudad, que había permitido renovar «todo el alumbrado público siguiendo un diagnóstico energético, eléctrico y estético para poder dar a cada zona la luz que necesita sin renunciar al diseño».

López ha explicado este jueves que, en realidad, el número de bombillas led en la red municipal es ahora mismo de 1.707 y ha insistido en que el Ayuntamiento no puede exigir a Citelum que sean 2.500 porque esto no está contemplado en el contrato. La primera teniente de alcalde ha respondido así a una moción de control presentada por el concejal de Ciudadanos José Luis Rodríguez, cuestionando la política que sigue el Ayuntamiento en el asunto del alumbrado público y las acciones de Citelum, que es la concesionaria responsable del mantenimiento del sistema. En este sentido, Rodríguez ha planteado al Gobierno municipal 10 preguntas, entre las que se encontraba una relativa al tema del número de bombillas led que se utiliza actualmente en la ciudad. Ha sido en este punto donde Rodríguez ha recordado que en 2011 el Ayuntamiento anunció que se habían colocado 2.500 bombillas led mientras que, en la actualidad, son solo 1.707.

El concejal de Cs también ha preguntado por las responsabilidades de Citelum en el sistema y Elena López ha aclarado que la adjudicataria se encarga del mantenimiento. La primera teniente de alcalde ha afirmado también que es Citelum la que paga la factura de la luz municipal. Una afirmación que le ha corregido el portavoz del PP, José Vicente Marí Bosó, al recordarle que Vila abona a esta empresa anualmente unos 800.000 euros precisamente para estos pagos. Un dinero que ahora está en proceso de revisión debido a la subida del precio de la energía, según ha admitido López.