Los trabajadores de Vila se manifiestan en Can Botino al grito de ‘Pinocho’. | Gisela Revelles

Unos 60 trabajadores del Ayuntamiento de Eivissa se manifestaron ayer a las puertas de Can Botino, en Dalt Vila. Convocados por los sindicatos CCOO, CSIF y SPPME denunciaron los incumplimientos por parte del Gobierno del socialista Rafa Ruiz así como la negativa de este a aprobar de una vez la relación de puestos de trabajo, conocida por sus siglas, RPT.

La protesta coincidió con el último pleno del año en Vila. La intención de los manifestantes es que algunos de sus representantes pudieran acceder a la sala para intervenir durante el turno de ruegos y preguntas, algo que finalmente no ocurrió.

Ataviados con narices de plástico, silbatos y tambores, los manifestantes llamaron a Ruiz «Pinocho» y, en la pancarta, le recordaron que es uno de los alcaldes mejor pagados mientras que los trabajadores municipales se sienten «maltratados».

La manifestación estaba enfocada también contra la concejal de Recursos Humanos y extrabajadora de UGT, Estefanía Ruiz, a la que los sindicatos acusaron este año en diversas ocasiones de dispensarles un trato no adecuado. «Si no ha venido más gente», afirmó una de las manifestantes, «es porque tienen miedo a las represalias. Así estamos con este gobierno».

Los gritos y silbidos llegaron perfectamente al interior del salón de plenos del Consistorio. Tanto como para que la responsable de Recursos Humanos, con evidente nerviosismo, preguntara si «no se pueden cerrar esas puertas».

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La reacción

«No entiendo el malestar que tienen los sindicatos actualmente», destacó en una de sus intervenciones la responsable de Recursos Humanos, justo cuando se debatían los puntos relativos a la aprobación de la plantilla de personal para el año que viene y los puestos de trabajo para funcionarios y laborales.

Torres aseguró que «cualquier reivindicación es legítima» pero, a la vez, pidió cerrar las puertas para evitar el ruido que, con tambores y silbatos, estaban haciendo los sindicalistas en el exterior. «Así no se puede hablar», señaló mientras el alcalde, Rafa Ruiz, la invitaba a proseguir, «es difícil con este jaleo. En fin…».

«Vienen a pitar aquí», dijo también la destinataria de la protesta de los trabajadores, «me encanta el sindicalismo. Es estupendo». Torres intentaba así restar importancia a la situación aunque también ha comentado que le resulta «incomprensible» la postura de estos sindicatos porque su departamento «no ha parado»de trabajar a lo largo de este año. Así, puso como ejemplo las 13 convocatorias de puestos de trabajo que están actualmente publicadas en el BOIB con el fin de dar estabilidad a 107 trabajadores interinos. También ha asegurado que en este 2022 se han convocado 24 mesas de negociación con los sindicatos para sacar adelante la controvertida RPT. Sin embargo, destacó en otro momento, los convocantes de la protesta «no han venido». «Ahí está solo una parte de los sindicatos», intentó defenderse Estefanía Torres, que, a día de hoy, solo ha logrado cerrar acuerdos con UGT, central de la que ella misma fue abogada en Barcelona.

Torres pidió a quienes estén interesados en lo que está sucediendo ahora mismo en su relación con los sindicatos mayoritarios del Consistorio que busque el Pacto de Funcionarios para comprobar cómo han mejorado las condiciones laborales y salariales de estos trabajadores en los últimos años. De poco le han servido sus argumentos pues, mientras fuera protestaban los trabajadores, los concejales del PP y Ciudadanos, Ignacio García y Roberto Algaba, le han hecho duras recriminaciones por la gestión de los recursos humanos municipales.

Tasa de temporalidad

García le recordó que el último gobierno del PP encargó una RPT en 2014 que fue «guardada en un cajón» cuando en 2015 volvió a gobernar el PSOE. El edil denunció que la tasa de temporalidad en el Consistorio es ahora mismo «del 40%» y mostró su apoyo a los manifestantes porque Torres no se ha sentado a negociar con ellos. Una negociación que, según el PP, debe llevar al Gobierno municipal a mostrar «tacto y delicadeza» con los representantes de los trabajadores de la institución. García puso de manifiesto que hay una «ausencia total de respaldo» al Gobierno por parte de los sindicatos que está justificada porque este «lleva años haciéndole la pirueta». «Los sindicatos», añadió, «están fuera por voluntad propia. El ruido del exterior es porque no están muy contentos. No creo que vengan a felicitarnos la Navidad».

El concejal de Ciudadanos, Roberto Algaba, por su parte, indicó que la RPT «es básica» para el funcionamiento de un Ayuntamiento que solo debería recurrir a los bolsines de trabajadores «en casos puntuales».