Varios de los perros recogidos este miércoles en Can Dog. | Facebook Fe Ral

El Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu ha decidido rescindir el contrato que mantenía desde el 2 de febrero del año pasado con la empresa Rancho Can Dog para la prestación del servicio de recogida, acogida y adopción de animales tras constatar numerosas infracciones de las condiciones del contrato que impedían que el Consistorio pudiera ejercer el control deseado, algo imprescindible para garantizar el bienestar de los animales allí acogidos y de su bienestar. Según se ha podido constatar, se han producido más de medio centenar de irregularidades, la inmensa mayoría de ellas de tipo administrativo y carácter leve, pero también una grave –la no realización de una recogida de un animal solicitado por el Ayuntamiento- y otra muy grave –no haber llevado al veterinario a un perro en el momento en que se había indicado-.

Desde el Ayuntamiento han informado que hasta el lugar han acudido varios agentes del SEPRONA para así certificar que el proceso de traslado se llevase a cabo correctamente y asegurarse de que no hubiesen otras incidencias.

Dado que la prestación del servicio de recogida, acogida y adopción de animales es una competencia municipal se ha formalizado de urgencia un acuerdo para que estas tareas sean prestadas desde este mismo miércoles por la Fundació Natura Parc.

En estos momentos, Rancho Can Dog tenía acogidos a cargo del Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu una veintena de perros, todos los cuales han sido revisados por personal veterinario para determinar su estado de salud y si tuvieran alguna necesidad específica.

Durante la vigencia del contrato, el Ayuntamiento ha realizado numerosas inspecciones y controles al servicio, con técnicos dedicados en exclusiva y veterinarios, además de requerimientos reiterados para la subsanación de los mismos. Paralelamente, se han ido instruyendo los correspondientes procedimientos administrativos derivados de dichos incumplimientos hasta determinarse técnica y jurídicamente que la mejor solución era la rescisión del contrato para poder así garantizar la seguridad y el bienestar de los animales en acogida.