Este instituto de Santa Eulària está lleno de desperfectos y cosas por arreglar. | Arguiñe Escandón

La Asociación de Padres y Madres (APIMA) del IES Xarc, en Santa Eulària, sigue denunciando las numerosas deficiencias detectadas en el centro. Según creen, incluso se estarían incumpliendo las normativas en seguridad puesto que algunos elementos del instituto suponen ahora mismo un auténtico peligro para alumnos y docentes. Así lo considera desde la Apima, Silvia Pérez, quien además es docente en el centro.

El pasado diciembre, más de medio centenar de alumnos de tercero y cuarto de Secundaria se concentraron a las puertas del instituto en protesta por el mal estado de las instalaciones. Este próximo miércoles, tienen previsto ir a la huelga por el mismo motivo.
Tres meses después de aquella concentración de estudiantes, la situación en el IES sigue siendo la misma: persianas en muy mal estado; voladizos a punto de caer o baldosas rotas en pasillos y aulas, entre otras deficiencias. «No soy arquitecta, pero me parece muy peligroso a simple vista», reconoce Silvia Pérez.

El porche
Otro elemento que les hace tener el alma en vilo es el porche de la entrada, «que puede caer».

Desde la Apima aseguran que el instituto necesita una reforma integral, aunque estas deficiencias tan evidentes deberían solventarse con rapidez porque «son cosas urgentes». Según recuerdan, desde Educación les aseguraron el pasado curso que ejecutarían la reforma durante el verano, «aunque después no se hizo nada». Tras darles largas, según la Apima, «ahora han dicho que en mayo o junio se licitarían los trabajos y eso ya nos lo dijeron el curso pasado y queremos hechos, no palabras».

Lo cierto es que desde la Conselleria de Educación del Govern balear explicaron que esta reforma es un proyecto «importante» que supondrá una inversión de unos 300.000 euros «y existe la voluntad de llevarlo adelante», según reconocieron. La baja laboral de la persona responsable de la reforma es lo que estaría provocando este retraso, apuntaron.

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Falta de mantenimiento
Por otra parte, consideraron que las deficiencias que denuncian alumnos y familias están motivadas por una evidente falta de mantenimiento, por lo que Educación ha trasladado a la dirección del IES la necesidad de «cuidar de las instalaciones y espacios y la conveniencia de trabajar esta cuestión».

«La falta de mantenimiento sostenida en el tiempo acaba con daños que requieren de una intervención importante que se podría haber evitado», insistieron.

La Apima asegura que el mal estado del instituto ha provocado ya entre los alumnos algún pequeño susto, como cuando a una estudiante de segundo de Secundaria se le cayó en el baño «un trozo de techo», afortunadamente sin causar daños. Las familias también lamentaron que el presupuesto para la reforma, unos 300.000 euros, «no es suficiente para todo lo que se debe arreglar de manera urgente». Según reiteraron, durante tres décadas no se ha hecho prácticamente nada para mantener el centro.

Concentraciones
En una de las primeras concentraciones de protesta impulsadas por los alumnos, éstos denunciaron la «dejadez» de las instituciones en el mantenimiento del instituto. Según lamentaron entonces, las deficiencias no solo son visuales y estéticas, sino que también comprometen la seguridad de la comunidad educativa. Tres meses después, todo sigue igual.

Goteras en el edificio, voladizos de los que se desprenden trozos, baños fuera de servicio constantemente o baldosas caídas en pasillos y aulas, son solo algunos de los problemas detectados. Los alumnos ya advirtieron en diciembre de que harán tantas huelgas y manifestaciones como haga falta «hasta conseguir que se reparen estos desperfectos».

Entre las obras previstas por Educación se encuentran la reparación de cubiertas metálicas como la del gimnasio, el voladizo de acceso a esta instalación y el voladizo del bar, con un presupuesto estimado de 48.345 euros. También están previstas reparaciones estructurales por valor de 33.050 euros, reparaciones en el interior del gimnasio por un importe de 38.200 euros o una actuación en la vivienda del conserje para adaptarla a zona educativa con un presupuesto de 35.000 euros, entre otras.