Imagen de los exalcaldes y exconcejales arropando a Rafa Triguero, candidato del PP para Vila. | Daniel Espinosa

El Partido Popular en la ciudad de Ibiza quiso este sábado reconocer la labor de muchos compañeros de formación y rindió homenaje a los más de 40 concejales que ha tenido en democracia, algunos formando parte de los diferentes equipos de gobierno y otros en la oposición. Desde los actuales ediles del PP en el Ayuntamiento de Ibiza hasta quienes ocuparon concejalías hace más de 40 años, el Recinto Ferial fue este sábado escenario de reencuentros, abrazos e intercambio de opiniones sobre temas de actualidad. «¿Te acuerdas de mí o es que he cambiado mucho?», le preguntaba uno de los asistentes a otro invitado.

La primera en intervenir fue la presidenta de la Junta Local de Vila, Lourdes Cardona, quien aseguró que el acto pretendía ser un reconocimiento a la labor de servicio público que habían llevado a cabo sus compañeros de partido. Cardona recordó que fue con el PP cuando la ciudad vivió su «primera gran transformación» y ahora «afronta, y logrará, otra gran transformación tan necesaria que vendrá de la mano de Rafa Triguero». También el presidente del PP de Ibiza, José Vicente Marí, destacó que el homenaje era una «celebración de 44 años de concejales del PP en Vila» y señaló que «es un orgullo poder reencontrarnos».

«Al final, de lo que se trata es de compartir valores y principios y tener en común aquello que queremos para los próximos años, que es que la ciudad vuelva a tener políticas de sentido común, de centroderecha, que son las que hacen progresar», destacó Marí Bosó.

El ex alcalde Enrique Fajarnés consideró que el homenaje era un «acto necesario» para agradecer la labor de tantas personas vinculadas al PP que en su día trabajaron para mejorar la ciudad, un reconocimiento «también a personas moderadas que fueron en otras listas de centro y que tenían cabida en la gran casa común que es el Partido Popular».

Fajarnés rememoró sus años de trabajo en el Ayuntamiento de Ibiza, con un equipo de gente «ilusionada y que sabíamos lo que queríamos». «Ha llegado la hora de que venga esa segunda gran transformación», consideró Fajarnés, quien añadió que «es necesario que Ibiza vuelva a recuperar lo que fue: una ciudad de primera para sus habitantes y no solo para ellos, también para que la gente que vive alrededor pueda venir a disfrutarla, cosa que en estos momentos no sucede».

Joan Vich, de 87 años, recordaba este sábado cómo había sido concejal en Vila durante tres legislaturas, las primeras de la era democrática. Desde Fiestas a Deportes, Vich explicó cómo fue su trabajo como concejal, rememorando además que su momento más complicado fue cuando a comienzos de los años 80 se derrumbó el edificio Can Ballet, situado en la avenida Ignacio Wallis.

«Un señor me vio por la calle un año después y me pidió disculpas por lo que me dijo aquel día. Me aseguró que me tenía que dar las gracias porque estaba vivo gracias a mí», señaló este sábado.

El ex concejal reconoció además que «yo no tenía enemigos porque todos eran compañeros».
Vicent Roig fue también concejal en Vila durante el mandato de Adolfo Villalonga: «Entonces, entre los regidores había mucha educación. Ahora parece que hemos venido de otro mundo. Tantos colegios y tantos avances y vamos cada día para atrás porque se ha perdido el respeto a la gente».

Sergio de la Torre, concejal en la oposición con Enrique Fajarnés, explicó también que la Ibiza de entonces era «muy tranquila, te llevabas muy bien y se trabajaba muy bien».

En los años 80, María Luisa Cava de Llano formó parte de las listas de Fajarnés quien, tras una moción de censura, llegó al gobierno de Vila. «Fue una temporada muy emocionante porque con la moción de censura pasamos de estar en la oposición al gobierno. Enrique fue un buen alcalde», señaló.

Cava de Llano reconoció que le parece «triste» ver lo que sucede ahora porque «no veo la ciudad como yo había pensado que sería después de tantos años. Veo una ciudad sucia, permanentemente en obras y que cada vez es menos amable para el ciudadano. Es todo lo contrario de lo que hay que hacer. La política municipal ha de ser muy cercana y se trata de dar bienestar a los ciudadanos, no de poner pegas».

También Virtudes Marí, concejala en el gobierno entre 1995 y 1999 y en la oposición hasta 2011, recordó que «era un equipo que trabajábamos muy bien juntos y Enrique sacaba lo mejor de nosotros». «La política, en mi época, no era una profesión. Todos teníamos nuestro trabajo y eso ha cambiado ahora. Deberíamos buscar un punto medio entre una época y la otra», afirmó Marí, quien aprovechó para lamentar que ahora se han perdido las formas debido a «la soberbia, la prepotencia y el considerar al adversario como un enemigo».