En estos días festivos de Pascua los operarios han seguido trabajando. | Daniel Espinosa

La decepción y la incertidumbre se han instalado entre los comerciantes de la avenida de Isidor Macabich. La remodelación de esta arteria comercial de la ciudad comenzó en marzo de 2022 y, a día de hoy, no está claro cuándo acabará definitivamente. Aunque el Ayuntamiento ha anunciado que el asfaltado de la misma comenzará el próximo lunes y se ejecutará en tan solo 24 horas, los comerciantes no tienen del todo claro que esto vaya a ser así.

La presidenta de la Asociación de Comerciantes de Macabich, Marta Tur, ha explicado que, en estos momentos, están esperando que se lleve a cabo el asfaltado de la avenida. Un asfaltado que se hará a la vez que los trabajos de «pintura de señalística y el carril bici», según informó este pasado miércoles el Consistorio en un comunicado. En la misma nota, el Ayuntamiento ha indicado que se ha decidido asfaltar en esas fechas «para no afectar a los desplazamientos a los centros educativos y habiendo permitido la circulación durante la Semana Santa para no afectar al tejido comercial en el que es el inicio de la temporada turística». Una decisión cuyos supuestos beneficios los comerciantes aseguran no haber notado todavía.

Así lo ha explicado la propietaria de la Zapatería Juanita, uno de los establecimientos más afectados por las obras. Su propietaria, Juana Nieto, ha explicado que, si bien es cierto que parte de Macabich ya se ha abierto a la circulación esto, esto no ha significado un incremento de ventas porque, ha explicado, «pasa muy poca gente caminando por la calle» y, además, «la parada del autobús aún no funciona». «Vamos avanzando», ha añadido, «pero ellos tendrían que ir más rápido y acabar ya las obras para que podamos volver a la normalidad y aprovechar el inicio de la temporada turística».

«Yo me he comido el marrón de las obras desde el primer día y, por lo que veo, me lo voy a comer hasta el final», ha lamentado Juana Nieto, «no es lo mismo una calle como está ahora Isidor Macabich que una calle abierta. Es verdad que no estamos como cuando teníamos todo levantado pero a mí me sigue afectando porque la obra no está totalmente terminada».

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De un modo similar se ha pronunciado la responsable de Charanga, Tamara Salmoral. «A mí ya me bastaría con que hicieran la mitad de los carriles y pusieran 50 plazas de aparcamiento», ha comentado, «la gente solo con eso ya se animaría a venir. Pero parece que lo quieren hacer de nuevo todo de golpe». Salmoral tiene claro que, en estos momentos, «la gente no viene a Macabich porque no hay aparcamiento y, además, aún hay molestias por las obras». Al igual que Juana Nieto, la propiedad de Charanga está a la espera de que el Ayuntamiento de Ibiza abra de una vez por todas la convocatoria de ayudas para los comerciantes afectados. Una línea anunciada por el alcalde, el socialista Rafa Ruiz, a finales de octubre y a la que aún no han podido acceder los comerciantes. Sobre esta cuestión, la presidenta de la asociación ha señalado que la última información que tiene de parte del edil responsable, Jordi Salewski, es que las bases «aún tienen que pasar por comisión de gobierno y luego publicarlas en el BOIB».

Otros comerciantes consultados por Periódico de Ibiza y Formentera y que han preferido no identificarse han indicado su temor a que se pierda la Semana Santa comercial. «No se ven casi coches», han afirmado, «y hay muy poca gente. Vamos a perder de nuevo la Semana Santa, como ya pasó en 2022. Y eso sin hablar de la pandemia». Los mismos comerciantes han denunciado que, en estos momentos, la actividad «está parada». «Este pasado martes nos reunimos varios», han explicado, «y casi todos nos fuimos a casa con la caja a cero. Es insostenible». Sobre las ayudas, han cuestionado que vayan a servir de algo puesto que la remodelación de la avenida decida por Ruiz y la concejal Elena López, ambos candidatos del PSOE para las próximas elecciones, «ha arruinado a mucha gente». «En pandemia, en 2020, nosotros vendimos a través de tarjeta algo más de 40.000 euros», han explicado, «y en 2022 las ventas por el mismo sistema fueron de 6.000. Echa cuentas».

Las dudas

De un modo similar se ha pronunciado la responsable de Charanga, que ha afirmado que «una ayuda de 6.000 euros máximo no le sirve de nada a comercios que están en la ruina». «Ese dinero», ha añadido Tamara Salmoral, «hace cosquillas. En nuestro caso, entre las obras y la inflación hemos tenido una bajada de entre el 30% y el 40%. En 2020, nosotros cerramos un mes y medio por obras, más el cierre del confinamiento. Y resulta que vendimos más aquel año que en 2022 con las obras».

Para Marta Tur, la situación no es en estos momentos de alegría, a pesar de que el Consistorio insiste en que acabará las obras en breve. Tur ha asegurado que los comerciantes están «dudosos de que llegue la normalidad». A los retrasos en el acceso a las ayudas económicas suma cuestiones como que «los acabados son bastante defectuosos» y que «aunque hay gente paseando» esto no se traduce en un incremento de la actividad comercial. Tur ha señalado, finalmente, la «dejadez» con la que se está llevando a cabo esta última etapa de la obra y ha puesto como ejemplo ls vallas que aún hay por las aceras, «los agujeros en medio de la carretera» o la colocación de «unos palets tapados con telas grises» de utilidad desconocida y contra los que chocó este pasado martes «una furgoneta».