Momento en que se produce el Santo Encuentro en el parque Reina Sofía del municipio de Ibiza.

El cansancio y los dolores corporales tras la procesión del Viernes Santo no han restado devoción, ganas o entusiasmo a los costaleros que participan en Vila en la procesión del Santo Encuentro entre la Virgen y el Resucitado, un acto religioso que tiene lugar en el Domingo de Pascua.
«Vengo de fuera y esto no lo vivía así porque procesionaba un día y después descansaba, pero aquí he salido el Jueves Santo, el viernes y el domingo», comenta Toni, uno de los costaleros encargados de trasladar la imagen de El Resucitado hasta el parque Reina Sofía.


«Es un día muy grande», señala también, destacando junto a sus compañeros que la procesión del Santo Encuentro ha calado entre los ibicencos, a pesar de que en Vila es relativamente nueva.
José Domingo es desde este año el capataz de las 21 mujeres que sacan a la Virgen de la Esperanza en procesión, «todo un orgullo», según asegura. «Llevo muchos años aquí y la procesión del Viernes Santo es la primera en la que he disfrutado tanto», reconoce el capataz al recordar lo vivido hace unos días.


En Santa Cruz, mientras el capellán oficia la misa de las 10.30 horas en una iglesia abarrotada, fuera del templo todo son preparativos para el Santo Encuentro. Desde la cofradía Padre Jesús Cautivo y Resucitado destacan que su agrupación musical estrena camisa y, además, resaltan cómo han utilizado los colores de El Vaticano para adornar el paso.


Con cierto retraso sobre la hora prevista, las imágenes salen en procesión hasta el parque, completando cada paso un recorrido distinto para ‘reencontrarse’ a los pies de las murallas, donde se ha colocado un pequeño altar para oficiar la misa y sillas para los asistentes.


En este enclave, minutos antes de las 13.00 horas, la Virgen y El Resucitado se ‘abrazan’ para gozo de muchos fieles que presencian el emotivo encuentro, deseando que alguna nube tape un poco el sol abrasador que luce en este Domingo de Resurrección.