Imagen de archivo de los muelles de es Botafoc del puerto de Ibiza.

«Los transportistas de la Península están rechazando traer camiones a Ibiza porque, al venir en barco, no pueden cumplir el descanso de 11 horas al que les obliga el tacógrafo y, al tener que sacar el camión obligatoriamente después del viaje, la Guardia Civil les pone multas». Así explica el presidente de la patronal del transporte terrestre de mercancías en Ibiza, José Raya, el principal problema que afronta en estos momentos el sector en la isla. «La Guardia Civil», asegura, «cumple su obligación pero en 2022 fue muy exagerado. Ahora hay una gran cantidad de trabajo y cuesta mucho encontrar a empresas de transportes que quieran mandar sus camiones a Ibiza». «El tacógrafo», recuerda Raya, «mide el descanso, la velocidad y el tiempo de trabajo».

Este dispositivo, que se implantó, entre otras cuestiones, por seguridad, garantiza que los conductores de camiones descansen 11 horas cada día, además de 45 horas en fin de semana. Obligaciones que también han de cumplir, por ejemplo, los conductores de autobús. «En el barco», explica el presidente de los transportistas de Ibiza, «pasan cinco horas y media y tienen que sacar el camión cuando llegan a la isla. Y, claro, les denuncia por descanso insuficiente». Denuncias que conllevan sanciones a partir de 1.000 euros.

La Unión Europea aprobó en su día un reglamento que exime del tacógrafo a los transportistas que trabajen en territorios insulares con una superficie inferior a los 2.300 km cuadrados. En España, la normativa, aprobada en 2006, es mucho más estricta y solo exime de este dispositivo cuando el transporte se realice en territorios de menos de 250 kilómetros cuadrados. Una medida que, en el caso de Baleares, solo beneficia a la isla de Formentera. «La ley española», lamenta José Raya, «es más restrictiva. Interesan las sanciones porque van a las arcas públicas».

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A las elevadas sanciones, que pueden alcanzar los 6.000 euros, se suma el hecho de que este tipo de multas pueden dificultar la obtención o renovación de la tarjeta que precisan los conductores de camiones para trabajar. «No podemos más», lamenta el responsable de la patronal en Ibiza, «tenemos un problemón». Ante esta situación, el diputado ibicenco del PP Miquel Jerez ha llevado el problema al Congreso con el fin de intentar convencer al Gobierno de la necesidad de adaptar, tanto en Baleares como en Canarias, la normativa española a la europea. El Estado, de momento, solo ha hecho la excepción con Ceuta y Melilla.

«En las Islas», recuerda Jerez, «el tacógrafo no tiene una incidencia especial porque las distancias que han de recorrer los camioneros son muy cortas y, a veces, mientras trabajan, pasan más tiempo sin conducir que conduciendo». Y pone como ejemplo a un conductor de autobús que salga de Sant Antoni hacia el Aeropuerto a recoger a pasajeros: «Hasta el Aeropuerto, conduce 25 minutos y luego allí espera una hora y media que le computa como tiempo de trabajo».

El Gobierno, al parecer, está de acuerdo con la reivindicación de patronales del transporte como la ibicenca. Sin embargo, pone como condición la petición sea acordada con los sindicatos. Y son estos los que, de momento, no están dispuestos a ceder porque, señala Miquel Jerez, «aseguran que quitar el tacógrafo va en perjuicio de los trabajadores por temas de seguridad». Sin embargo, insiste el diputado, «la realidad es que en islas como Ibiza o en Canarias da muchos problemas a los profesionales».