Llegada de uno de los cruceros ayer a los muelles de es Botafoc. | Daniel Espinosa

Las calles del barrio de la Marina y el puerto de Ibiza bullían ayer como si de una tarde de julio se tratara. Miles de personas paseaban por el centro histórico de la ciudad tras llegar a los muelles de es Botafoc a bordo de los cruceros Club Med 2, MSC Seashore y Norwegian Star. La coincidencia de estos tres buques en un solo día en Vila era observada como un ensayo para saber si las medidas que se han acordado en los últimos meses para evitar el colapso en estas situaciones sirven o no de algo.

Así lo recordó el presidente de la Pimeef, Alfonso Rojo, quien señaló que «la mañana ha sido muy movida para comerciantes y restaurantes» pero que también dejó claro que ahora hay que analizar cómo se ha gestionado el traslado y la atención a estos turistas para «ver los fallos y ponerles solución». Rojo recordó que aún no se conoce el impacto económico de la llegada a finales de abril de estos cruceristas pero dejó claro que lo importante es conocer ahora si los servicios que se les ofrecen son o no suficientes.

Examen a los servicios

De un modo similar se pronunció el vicepresidente de la CAEB para Ibiza y Formentera, José Antonio Roselló, que señaló, por su parte, que «no es deseable que concurran tres cruceros el mismo día». Sin embargo, añadió, «esto va a permitir hacer un ensayo sobre lo que pueden ser esos mismos tres cruceros en un mismo día en temporada alta». «Hay que ver cómo van las cosas», aseguró Roselló, «y ver si los servicios están realmente preparados».

Cruceristas subiendo por el Portal de ses Taules para pasear por Dalt Vila.
Foto: Daniel Espinosa.

Comerciantes como Carolina Boned, de la Joyería Afro, mostraron su satisfacción por la llegada de estos turistas. En declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, Boned explicó que «sí que se ha notado» el paso de los cruceristas por La Marina. «Tienen mala combinación para venir desde es Botafoc», añadió, «y es verdad que antes, cuando los barcos atracaban aquí, había mucho más movimiento. Pero la verdad es que ha ido bien. Es más, los comerciantes estábamos informados y nos habíamos pasado por Whatasapp las horas a las que llegaban y el tiempo que iban a estar en la isla para poder, por ejemplo, decidir si abríamos o no a mediodía». En su opinión, «es necesario que la Administración ponga los medios para que esto no deje de ser así, para que estos turistas sigan viniendo a la Marina».

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Para David Torres, del restaurante Porto Salé, la llegada de cruceristas a Ibiza «siempre se nota en la Marina». «Que gasten o no es otra historia», afirmó, «pero siempre dejan algo». Y se mostraba partidario de este adelanto en las llegadas de cruceros a la ciudad pues, aseguró, «sin cruceristas, hoy [por el miércoles] esto estaría vacío». «Yo estoy a favor de que vengan», concluyó, «y cuantos más, mejor».

En la Juguetería Navarro, compartían también la visión positiva del turismo de cruceros. «Es como todo», aseguraban, «si tienen más tiempo, no pasan mucho por la Marina, pero ahora sí se está notando, hay gente por la calle y comprando. Aunque es como todo, unos gastan y otros no».

Uno de los establecimientos emblemáticos de la Marina es Ganesha. Y allí, por el contrario, consideran que el turismo de cruceros no beneficia al barrio. Así lo expresó el comercial Lorenzo Lanzo, quien explicó que se trata de un turista que «no compra porque realmente se gasta todo el dinero en el crucero». Ganesha abrió sus puertas el pasado 1 de abril y, según Lanzo, sí han notado que, con respecto a otros años, se está adelantando la llegada de su cliente habitual, que tiene un poder económico más elevado. «Son gente que, a lo mejor, vienen con 10.000 euros en la cartera para gastar en un día y que no les importa hacerlo. No es habitual que estos clientes vengan tan pronto», explicó Lanzo, «pero el turista de crucero no gasta de esa manera. Es más, a nosotros nos obliga este tipo de turismo a tener que tener empleados vigilando porque vienen, tocan, ven los precios y se van sin comprar nada». «Es un turismo que, para nosotros», añadió, «crea caos».

Finalmente, otro de los sectores afectados por la irrupción de estos turistas fue el del taxi. El presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi de Vila, Alejandro Cardell, señaló que la jornada había «ido bien». Sin embargo, subrayó que «el transporte de estos turistas no puede recaer todo sobre el taxi». «Hoy [por ayer miércoles] se puede llevar bien porque aún no hay demasiado tráfico», recordó, «pero la gran cuestión es que esto no recaiga solo sobre nosotros. Habrá que ver qué sucede más adelante, cuando llegue la temporada alta».