La nueva estación marítima de Botafoc cumple más de un mes y lo cierto es que nada se sabe sobre la creación en ella de una zona de cuarentenas para evitar que entren en la isla especies invasoras como las serpientes. Preguntadas al respecto desde este rotativo distintas entidades e instituciones, lo cierto es que ninguna ha podido concretar datos sobre la necesaria instalación.
Nada nuevo, según lamenta la investigadora y catedrática en Ciencias Biológicas, Antònia María Cirer. En relación a este asunto, el Consell d´Eivissa reitera que no corresponde a la institución poner en marcha un espacio para cuarentenas, aunque recuerda que en un informe sobre el Plan de Puertos sí introdujeron en las consideraciones técnicas que se estudiara la viabilidad de crear este espacio.
Por el momento, el Consell desconoce el contenido de dicho Plan y si se han tenido en cuenta sus peticiones. Desde Autoridad Portuaria de Baleares manifiestan que «efectivamente» el Plan Especial del Puerto de Ibiza reserva un espacio como zona de cuarentenas y puntualizan que dicho Plan está pendiente de aprobación inicial por parte del Ayuntamiento de Ibiza.
«Estamos a la espera de recibir instrucciones para crear el espacio», reconocían hace más de un mes desde APB.

Historia

A comienzos de 2022 en uno de sus viajes a Ibiza, el por entonces conseller de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, explicó que todavía no tenía información de Autoridad Portuaria de Baleares (APB) sobre la creación de este espacio en el puerto de Ibiza, necesario para evitar la entrada de especies invasoras. «Seguiremos insistiendo en esta zona de cuarentenas», afirmó entonces el ex conseller. Al mismo tiempo, Autoridad Portuaria de Baleares (APB) confirmaba a Periódico de Ibiza y Formentera que el borrador del futuro Plan Especial del Puerto de Ibiza recogía la creación de esta zona específica.
Colectivos como Prou Ibiza no tardaron en valorar el anuncio de APB al ser una medida reclamada por la entidad en numerosas ocasiones. Prou llegó a criticar que el presidente Vicent Marí hubiera incumplido, a su juicio, un pacto suscrito hace años sobre medidas de control de árboles y otros artículos susceptibles de provocar la introducción de serpientes en la isla.
Para justificar su petición, el colectivo remitió a la institución insular un estudio detallando el riesgo de la desaparición de las lagartijas en Ibiza por culpa de las serpientes, así como otro informe técnico reclamando medidas en este sentido.

Cabe recordar que la Autoridad Portuaria de Baleares aprobó inicialmente el pasado 28 de septiembre el Plan Especial del Puerto de Ibiza sin haber remitido a la Comisión Balear de Medio Ambiente el Estudio Ambiental Estratégico, cuya aprobación es preceptiva si el texto quiere salir adelante.

«Primordial»

En todo este tiempo, la investigadora Antònia María Cirer ha defendido que la creación de la zona de cuarentenas «es primordial» para un lugar como Ibiza, puesto que se debe controlar todo lo que entra en un territorio insular, algo «que nos enseñaron en Australia donde se dieron cuenta a mediados del siglo XX que si no controlaban lo que entraba en su isla pronto dejaría de existir su fauna y flora».
Antònia María Cirer lamentó una vez más que «no he sabido nada» sobre la creación de este espacio tan reclamado y criticó, además, el «oscurantismo» que a veces existe en relación a algunos temas medioambientales.

«La realidad es que tenemos el puerto igual de abierto que antes», añadió. El tiempo pasa y la invasión de serpientes en Ibiza es cada vez peor. Cirer lamenta que, mientras la sociedad ha estado unida en la lucha contra los ofidios, la campaña institucional «está coja» desde el principio y lo único que hacen es «poner paños calientes».

Extensión

«La población de serpientes se extiende cada año más hacia el oeste. El pasado 2022 el límite al que llegaban las serpientes en esta parte de la isla era Sa Carroca, Es Codolar, Sant Rafel y Forada, mientras que esta primavera constaté que están a las puertas de Sant Antoni», explicó la bióloga.
«Por tanto, este verano es de esperar que las serpientes lleguen a zonas como Cala Salada o la bahía de Portmany. Al mismo tiempo, se extenderán también por Sant Josep, lo que hará que prácticamente toda la isla esté invadida», adelantó a este medio la bióloga Antònia María Cirer.