Sitio donde se produjo el accidente en la mañana de este jueves. | Periódico de Ibiza y Formentera

Desde la asociación de vecinos de Can Bonet lamentan enormemente el nuevo accidente que se ha producido a la altura de Can Guillemó y que ha acabado con la vida de un joven este jueves por la mañana, según señalaron en un comunicado.

Recuerdan que desde enero de este año han sido varios los accidentes que se han producido en los tramos de carretera, entre la zona de Can Guillemó y el paso de peatones a la altura de Es Puig y que cruza hacia Can Tomàs.

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Independientemente de las circunstancias que rodeen el accidente de este jueves, lo que queda patente una vez más es que «deben tomarse medidas para que se respeten los límites de velocidad e incluso que se reduzcan los mismos». En este sentido, tal y como ya transmitimos a los representantes del Consell y Ayuntamiento, «urge la instalación de un radar para intentar que los vehículos respeten los límites de velocidad, pues las señales no son suficientes y los vehículos se saltan dichos límites continuamente».

Además de la manifestación organizada por las asociaciones de vecinos de Can Bonet y Can Tomàs, que bajo el nombre de ‘Paseo de concienciación’ recorrió el día 15 de agosto los puntos negros de Can Guillemó y el paso de peatones de Es Puig-Can Tomàs, además de recorrer el barrio de Can Tomàs para dar visibilidad a los problemas de seguridad vial que afectan a ambos barrios y solicitar precaución a los conductores cuando circulen por estos tramos y del respeto a los límites de velocidad, queremos recordar que la asociación de vecinos de Can Bonet se sumó a la petición de radar hecha por el Consell y el Ajuntamiento, y hace unas tres semanas presentó más de mil firmas a la DGT de Balears para intentar que ésta resuelva cuanto antes instalar un radar en ese tramo que obligue a los conductores a respetar los límites de velocidad.

En caso de que la DGT decidiera no instalar el radar, esperan que ambas instituciones locales (Consell y Ayuntamiento de Sant Antoni) declaren dichos tramos «peligrosos como zona poblacional» lo que permitía reducir el límite de velocidad a 50 Km/h y la instalación por parte del ayuntamiento de un radar para controlarlo.