Una persiana del segundo piso, donde los alumnos tuvieron que poner papel WC para que no entrase el sol.

«Martí March vino a Ibiza y no se dignó a visitar el instituto Xarc, a pesar de que nos habíamos movilizado y sabía lo que estaba pasando». Quien así se expresa es Víctor Torres, presidente de la Asociación de Alumnos del IES Xarc y estudiante de este centro educativo de Santa Eulària en el que la Conselleria de Educación acaba de intervenir para precintar uno de los edificios del complejo por el mal estado en el que se encuentra. Una situación que los alumnos achacan sobre todo a la «dejadez» del anterior Ejecutivo autonómico, presidido por la socialista Francina Armengol.

El presidente de los alumnos del IES Xarc tiene claros los fallos «estructurales» de los tres edificios que forman el instituto. En el gimnasio, que también alberga varias aulas para talleres y que acaba de ser precintado por Educación «hay problemas de goteras, de electricidad, se cae el alicatado de las paredes y, además, el suelo está en muy mal estado porque tiene más de 30 años». La situación, afirma, «es deplorable». «Las canalizaciones de agua del edificio son tan antiguas», añade, «que, cuando llueve, el agua va por todos los lados y se acumula en el techo. Esto ha hecho que la estructura se haya ido debilitando por culpa de la humedad. Es un peligro».

En el edificio principal, las goteras son también las protagonistas, junto a unos voladizos exteriores «en muy mal estado» y de los que «se caen trozos». Lo mismo sucede con la pintura. Además, las ventanas del edificio son antiguas y las persianas no funcionan correctamente en muchas de ellas. La «casa del conserje» hace años que no se utiliza y, aunque el centro pidió a Educación reconvertirla en aulas, el Govern ignoró la petición. «Allí ha habido hasta okupas», narra Víctor Torres, que con solo 15 años ha liderado las movilizaciones para reivindicar ante Educación las inversiones necesarias para modernizar el Xarc.

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El tercer edificio, conocido como «el aulari», no está tan deteriorado. Sin embargo, carece de ascensor, lo que dificulta el acceso a profesores y alumnos con problemas de movilidad: «Ya hubo un profesor que no podía dar allí clases porque tenía problemas en una pierna y no podía estar subiendo y bajando».

Los alumnos del Xarc consideran que el centro sufre problemas que ponen en peligro su «seguridad». Así, Torres relata que, por ejemplo, «en una ocasión se cayeron a la vez 60 baldosas del alicatado de uno de los pasillos» o que «el mal estado de los enchufes es muy peligroso». Para el presidente de la Asociación de Alumnos, no tiene sentido que el anterior Govern anunciara «una inversión de más de 600.000 euros» que nunca llegó a ejecutarse y que se redujo a una partida de solo 47.000 que tuvo que utilizarse básicamente para instalar «una red en los voladizos porque se caían trozos, sanear parte de una fachada por un tema de humedad y arreglar un escalón que estaba mal».

Tras las protestas de los estudiantes en diciembre de 2022 y en marzo de este año, el entonces conseller d Educación anunció una inversión de casi 1,1 millones de euros en dos fases. Un dinero del que nunca más supieron. «Cada vez que preguntábamos», recuerda ahora, «nos decían que el proyecto estaba en la fase final de redacción. La verdad es que esto nos lo han dicho desde noviembre de 2021, que es cuando presentamos el primer escrito. En marzo de este año ya nos dijeron que se iba a licitar la obra. Pero lo único que hicieron fue dar 47.000 euros para varias reparaciones».

El nuevo titular balear de Educación, Antoni Vera, visitó el Xarc hace algo más de semana y su primera decisión fue ordenar el precinto del edificio del gimnasio y los talleres, que será reformado a lo largo de este curso. Una reforma que cuyas molestias los alumnos están dispuestos a asumir porque, según asegura Víctor Torres, «es mejor que cierren un edificio que no es seguro que seguir usándolo y corriendo riesgos». «Nosotros ahora vemos que el nuevo conseller, por lo menos, ha venido aquí y eso ya es un avance», concluye el presidente de los alumnos del Xarc, «antes nos enviaban a un técnico. Confiamos en que Antoni Vera haga algo».