Los operarios colocan unas vallas de protección mientras los alumnos se preparan para entrar en clase. | Toni Planells

Los andamios y los obreros ataviados con sus chalecos y cascos se entremezclaron la mañana de este lunes con las mochilas, los nervios y los abrazos característicos del primer día de curso en cualquier instituto.

De esta manera, el primer indicio de que las obras de mejora en los desperfectos que sufre el instituto ya han comenzado se encuentra en la misma entrada. Allí dos túneles de andamios recibían al alumnado a modo de «túnel de Haloween», como describía sorprendida una de las alumnas que comenzaban este lunes su etapa en el instituto.

Las obras han marcado el primer día de curso en el Instituto Xarc de Santa Eulària, donde obreros y alumnos se ven obligados a convivir durante meses.
Fotos: Toni P.

El cierre del módulo del instituto que alberga, a parte del gimnasio y dos aulas taller, el salón de actos, obligó a recibir al alumnado en el mismo patio del IES Xarc con una charla por parte de la directora, Vanessa Boronat, y del equipo docente. Al mismo tiempo, una cuadrilla de obreros colocaba las vallas y un par grúas para arreglar los desperfectos en los voladizos del edificio. Los baños, eso sí, ya se encuentran arreglados y en condiciones para arrancar el nuevo curso sin, por ejemplo, agujeros en el techo.

La directora del IES Xarc reconocía que «si normalmente un inicio de curso es siempre complicado, este año todavía lo es más».

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Cierre

«El conseller nos visitó hace unos días y se quedó horrorizado al ver el estado de las instalaciones hasta el punto del cierre del edificio del gimnasio, salón de actos y talleres», explicaba la directora mientras subrayaba que «estamos en contacto continuo, tanto desde el gabinete del conseller como con el Ayuntamiento y nos ofrecen todo lo que necesitamos». De esta manera, el instituto contará con una carpa dispuesta en el patio para poder hacer Educación Física, así como las instalaciones deportivas municipales del pueblo. A la vez, también se dispondrán de barracones que sustituirán las aulas de talleres y los vestuarios.

Sin embargo, la actitud ante este curso marcado por las obras es positivo. Tal como explica Boronat, «estamos contentos ya que, por fin, nos escuchan y se están tomando en serio y están actuando ante las condiciones de las instalaciones del instituto».

Por parte de los padres, la actitud también es positiva, tal como expresa María, que tiene a dos de sus hijos estudiando en el IES Xarc. «Si hacen obras para mejorar y arreglar el instituto, es bueno para los niños», opina María, que vivió las movilizaciones del año pasado al respecto y que añade que «pedíamos que se hicieran cosas y, aunque las obras no son agradables nunca, siempre sirven para mejorar».

Por parte de Tamara, que este año empieza a llevar a su hijo Alejandro al instituto, su opinión es más crítica, apuntando que «es caótico a la vez que peligroso para los niños». «He visto como todo el verano han estado en obras pero sabiendo que había una fecha tope, que era el inicio de las clases, se podría haber trabajado con más operarios para poder tener todo listo a tiempo», opina Tamara. «Más vale tarde que nunca», opina Esther, cuyo hijo, Álvaro lleva dos años en el instituto y que vivió las movilizaciones del curso anterior.

La Apima del instituto se reunió la tarde del mismo lunes y, en su análisis sobre la situación, critican que «hayan empezado las obras justo cuando ha empezado el curso».