Imagen del encuentro que mantuvieron este pasado martes para coordinar las acciones. | Arguiñe Escandón

La comunidad marroquí en la isla de Ibiza ha comenzado a trabajar para ir definiendo cómo puede ayudar a su país, sumido en una grave crisis humanitaria tras el terremoto que se ha cobrado la vida de miles de personas. Para ello, representantes de distintas asociaciones en Ibiza han constituido la Coordinadora de Apoyo y Solidaridad de Ibiza y Formentera con las víctimas del terremoto, celebrando ya una primera reunión con el objetivo de poner sobre la mesa diferentes opciones.

Según explicó Periódico de Ibiza y Formentera Ismael Haj Moussa, por ahora han comenzado a difundir el número de una cuenta bancaria para recaudar donaciones. Dicha cuenta está afiliada al Consejo Islámico para el Mediterráneo y estará bajo un seguimiento continuo y diario por parte de la Coordinadora pitiusa.

Por tanto, cualquier ciudadano de Ibiza y Formentera que quiera donar dinero podrá hacerlo en la cuenta: ES73 2100 4508 8122 0003 3213. Según acordaron los representantes en las Pitiusas de la comunidad marroquí, todo lo recaudado se destinará únicamente a la compra y envío de ayuda.
«Después tendremos que ver qué necesita esta gente. Según nos han dicho, son jaimas o tiendas de campaña y linternas que puedan funcionar con placas solares porque en muchos sitios no tendrán luz para recargar baterías», explicó Moussa.

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La Coordinadora señaló también que se necesitan prendas de vestir y zapatos, además de colchones o fundas.

En la reunión, se anunció la intención de contactar con otras asociaciones e instituciones de la isla como el Ayuntamiento de Ibiza para explicarles sus intenciones y no descartaron celebrar algún tipo de iniciativa solidaria.

Ciudadanos de Marruecos residentes en Ibiza destacaron que sienten mucho dolor por la catástrofe que en su país se ha cobrado tantas vidas y señalaron que «la gente tiene muchas ganas de ayudar».
«Están tristes. No hace falta ser marroquí para sentirse herido y todos quieren apoyarnos», afirmaron.
Aunque la mayoría de residentes en Ibiza son originarios del norte del país, algún vecino de la isla sí procede de las zonas más afectadas por el terremoto.

Lo principal, según añadieron, es actuar con rapidez «y pensar en el futuro, planificando muy bien qué se va a hacer en el lugar donde ha habido el terremoto, trabajando antes de que venga el frío».