Fachada del TSJIB y la Audiencia Provincial. | Europa Press

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares juzgará del lunes al jueves a cinco personas acusadas de introducir cocaína en Mallorca e Ibiza dentro de una estructura criminal. Uno de los acusados es un guardia civil jubilado al que se le intervinieron armas y explosivos en una localidad valenciana.

La Fiscalía pide para ellos penas que suman 54 años de prisión por delitos contra la salud pública, pertenencia a grupo criminal, depósito de explosivos y tenencia ilícita de armas. También pide condenar a cada uno de ellos al pago de una multa de 200.000 euros.

El escrito del Ministerio Público describe una banda estructurada dedicada al narcotráfico a gran escala, dedicado a introducir importantes cantidades de droga, principalmente cocaína, en Mallorca e Ibiza. Presuntamente, el grupo actuó al menos desde mayo de 2018 hasta el mismo mes de 2019, cuando fue desmantelada por la operación policial 'Mimosín'.

Al frente de esta trama la Fiscalía sitúa a un hombre de 38 años afincado en Valencia, que presuntamente era quien se encargaba de gestionar la compra de droga y de preparar los transportes a las Islas camuflando la sustancia en envíos de paquetería, vehículos con caletas o compartimentos ocultos.

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Como su mano derecha, el fiscal sitúa al guardia civil jubilado, de 63 años, quien se habría ocupado incluso del transporte material de la sustancia en su propio coche con un compartimento oculto. La Fiscalía recoge varios viajes del hombre en ferry a Palma e Ibiza, en los que presuntamente transportaba cocaína a los otros acusados.

Aquellos, dos hombres y una mujer, son las personas que supuestamente se encargaban de recibir la droga y posteriormente distribuirla en Mallorca e Ibiza.

ARMAS Y EXPLOSIVOS

En los registros domiciliarios de la operación policial, en el domicilio del guardia civil jubilado se halló, además de diversas cantidades de droga, una bolsa de plástico verde con RDX, una sustancia explosiva de gran potencia destructiva.

Además, en un trastero le encontraron una pistola --que había sido robada de un inmueble de Ibiza--, una carabina, una escopeta con los cañones recortados y una defensa eléctrica de alto voltaje; todas sin licencia.

Mientras, en un chalet de Torrent propiedad del supuesto líder de la organización los agentes encontraron un puño americano combinado con defensa eléctrica y un puñal de doble filo cortante con hoja de 8,5 centímetros.