La delegación en Ibiza de Narcóticos Anónimos celebrará el próximo fin de semana en un hotel de Sant Antoni su gran encuentro del año a nivel nacional. Según han explicado fuentes de la organización, está prevista la participación de 170 personas procedentes de toda España que se desplazarán hasta la isla con el fin de poner en común sus experiencias a la hora de afrontar las adicciones.

Fuentes de la entidad han explicado que, además de una ceremonia de bienvenida en la que no faltará el ball pagès, se impartirán diferentes talleres entre el viernes y el sábado. Algunas de estas sesiones se centrarán en el problema en sí de las adicciones. Otras tendrán como objetivo formar a los asistentes para ejercer funciones dentro de Narcóticos Anónimos. Y es que la entidad se gestiona a través de sus propios usuarios, que van transmitiendo a los recién llegados el mismo mensaje que recibieron ellos el día que tomaron la decisión de pedir ayuda: «Esto es una enfermedad que no tiene cura pero que se puede detener».

En su delegación de Ibiza, Narcóticos Anónimos atiende en la actualidad a «más de 100 personas», en sesiones de trabajo a las que asisten entre 15 y 30. Ofrece sus servicios tanto en Vila como en Sant Antoni en una isla en la que, han asegurado, «hay muchos adictos». Su objetivo es «atender a personas con una trayectoria negativa» que, a través de un método de 12 pasos, pueden poner freno a la situación vital creada por sus adicciones. Sobre los narcóticos más consumidos en Ibiza, las mismas fuentes aseguran que «hay de todo, desde alcohol hasta heroína». «La gente llega a nosotros cuando ya está muy mal», han explicado, «y el método de los 12 pasos lo van siguiendo a su ritmo».

Narcóticos Anónimo fue fundada en California en 1953 y, de la mano de una pareja de aquel estado norteamericano, se estableció en Ibiza en 1970. Fue la segunda delegación en España de una entidad reconocida hoy como de utilidad pública por el Ministerio de Interior y que presta sus servicios sin recibir ningún tipo de subvención o ayuda para evitar «ser gobernados por otros». Entre sus características más llamativas se encuentra el hecho de que son los propios usuarios los que ayudan a los demás para poder dar solución al problema de las adicciones. Ni siquiera cuentan con servicios de psicología y psiquiatría porque «muchas de las personas que vienen aquí sienten que no las entienden». Y es precisamente en Narcóticos Anónimos donde encuentran esa comprensión al ser atendidos por usuarios que ya han superado el mismo problema que están atravesando ellos. «Esa comprensión es muy importante», han explicado, finalmente, desde la entidad, «como también lo es no sentirse solo. Es muy difícil salir solo de este problema. Depende del nivel de adicción, claro, pero es muy complicado. Un adicto solo es una bomba de relojería. Además, hay que tener claro que el consumo en sí es el desenlace de una historia que comenzó mucho antes y en la que hay muchas cosas que ver. Y no se puede olvidar que esto afecta a muchas áreas de la vida».