Foto de familia de los galardonados y finalistas de los premios ‘Millor Projecte Emprenedor’. | Moisés Copa

La segunda jornada del foro Ingenio contó con la exposición de los 12 proyectos de empresas emprendedoras cuyo objetivo es impulsar en Ibiza el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas o de los autónomos en su caso, así como de mejorar su profesionalización.

El segundo día de este encuentro empresarial y de emprendedores contó, además, con charlas muy interesantes. En este sentido, el reconocido chef Óscar Molina realizó una ponencia en la que dio a los oyentes las claves de desarrollo empresarial a nivel gastronómico y local mediante el ejemplo de la experiencia de su experiencia en el restaurante La Gaia de Ibiza Gran Hotel, que obtuvo hace años la primera estella Michelin en un restaurante de hotel. Así, Óscar Molina trató temas como la importancia del desarrollo de un plan de empresa; el valor y las estrategias de los equipos de trabajo; así como la gestión emocional como parte del éxito.

Saúl Madrid, CEO de Frutos Secos Ibiza, contó el caso de éxito de su empresa familiar, que cuenta con 45 años de antigüedad. Así, Madrid hizo un recorrido histórico desde que la empresa nació hace ya cuatro generaciones. Un negocio que mediante el esfuerzo y el sacrificio fue ganando terreno en la industria hasta lograr consolidarse y expandirse de manera muy eficaz y sobretodo que a que a día de hoy continúa innovando en sus productos así como extendiéndose.

El día ha servido también para entregar a la tienda centenaria de Jesús Can Pasqual un reconocimiento por su trayectoria tanto empresarial como de punto social de referencia en la población.
Foto: Moisés Copa.

Los premiados

Tras estas dos charlas llegó el momento de reconocer a los mejores proyectos emprendedores. El primer premio, que consiste en 3.000 euros y un asesoramiento empresarial de 18 meses, fue para Josep María Puig con el proyecto DECARB PBR SL. Según explicó a este rotativo, su propuesta consiste en captar carbono para que las empresas baleares puedan reducir su huella de carbono. Este carbono es captado a través del cultivo de microalgas que realizan la fotosíntesis. En este sentido, la empresa diseñó unos fotobiorreactores flotantes que permiten el cultivo de estos microorganismos en el litoral con el objetivo posterior de ser almacenadas o distribuidas como producto alimenticio de alto contenido proteico. Además, estos fotobiorreactores están diseñados para sustituir las bollas de plástico que se hallan en las costas. Por lo tanto, este proyecto beneficia al medioambiente tanto en la eliminación de corbono a través de la fotosíntesis de estas plantas, a su vez elimina la contaminación producida por las bollas y beneficia a la industria alimenticia.

A la izquierda, el concejal Miquel Tur entrega el primer premio a Josep María Puig.

El segundo premio, con un valor de 500 euros y seis meses de asesoramiento, fue para Amaluffa, un proyecto familiar dedicado al cultivo artesanal de una especie de calabazas para transformalas en productos de cuidado personal y a la limpieza del hogar como estropajos o esponjas cien por cien sostenible. En cuanto al tercer premio, valorado en 1.000 euros y un año de asesoramiento, fue para Posidonia DAO de Adrián Torres y Gonzalo Ruétalo, que consiste en compensar las huellas de carbono que generan las empresas de Ibiza mediante la posidonia.

Además por decisión del jurado se hizo una mención especial concediendo seis meses de asesoramiento al proyecto presentado por Innovaciones Tecnológicas Mallorcas, que propone implantar en la isla un sistema de eliminación de residuos mediante la promoción de economía circular.

Para finalizar esta exitosa edición del foro Ingenion se hizo el tradicional reconocimiento empresarial a una empresa destacada de la isla, en este caso, a la tienda Can Pasqual de Jesús, un negocio histórico de esta parroquia, pero también de toda la isla de Ibiza.