La oficina de la DGT en Ibiza está más días cerrada que abierta al público. | Archivo

«Se está preparando la tormenta perfecta». Así de contundente se expresaba ayer Fernando López, responsable de la autoescuela Residencial de Ibiza, respecto al futuro de los exámenes de conducir en Ibiza. «De momento no nos podemos quejar, la cosa va fluida», reconocía López, quien cifra en «uno y medio» el número de examinadores de Tráfico en la isla. «Tenemos al que mandaron desde Palma, que termina en enero, y el de Ibiza, que por fin puede salir a examinar durante media jornada», justifica López.

Con este argumento López teme que «el próximo 2 de enero llegue la tormenta perfecta, cuando ya no venga el examinador de Palma». «Esperemos que lo vuelvan a mandar, porque el examinador de Ibiza está a las puertas del traslado», explica López.

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El responsable de la autoescuela Residencial se refiere al único examinador en activo de la isla, que ha obtenido un destino fuera de Ibiza en el último concurso de traslados. De esta manera, tras el traslado de este funcionario, de las cuatro plazas de examinador que corresponden a Ibiza solo quedaría cubierta una por una examinadora que se encuentra en una baja de larga duración. El resto de plazas sigue sin cubrirse. «Hay que tener presente que conseguir personal para Ibiza no es fácil para ninguna administración y en algunos casos incluso para empresas privadas», explicaban desde la Jefatura Provincial de Tráfico hace un mes respecto a este tema.

Ante esta situación, las autoescuelas muestran de nuevo su inquietud. «El problema no es solo cuando se traslade este examinador; es que si hay alguna baja volvemos a estar sin examinadores», tal como expresaba López a Periódico de Ibiza y Formentera. «No hay ‘plan B’ ante cualquier circunstancia que pueda ocurrir», lamentaba el responsable de la autoescuela.