Casi todos los vecinos coinciden en que el epicentro de Puig d’en Valls le corresponde a la calle Vicente Marí Mayans. Esta calle alberga en sus 300 metros todo tipo de comercios, desde restauración, hasta locales de belleza, limpieza, loterías o supermercados. Es decir, es una vía en la que los vecinos pueden encontrar todo lo que necesitan al alcance de su mano.

Por las mañanas hay mucho movimiento infantil porque allí también paran los autobuses escolares. De hecho, Lorena es una de las primeras personas en contar su experiencia mientras espera a que su hijo venga del colegio. «Vengo a recoger a mi hijo y me siento a que me den mientras tanto unos rayos de sol; este es un lugar súper tranquilo, sobre todo los fines de semana», asegura. El autobús para justo enfrente de la lavandería Todo Limpio Ibiza en la que trabaja Andrés, un joven que aunque no es del pueblo, lo reconoce como un lugar familiar en el que todos se conocen: «Son vecinos muy integradores» expresa.

Fiona y Michael son dos adolescentes que recuerdan sus andanzas por estas calles desde que nacieron: «Es un pueblo tranquilo, recuerdo venir jugar al parque había justo detrás, a comer en el Es Camí Vell y, por supuesto, a la librería donde venía siempre a comprar el material». Para ellos, igual que para Álvaro o Gendys la esencia de la calle se mantiene igual que hace años, aunque se haya reformado estéticamente. Para ella «es una calle calmada pero a la vez ruidosa», ya que el ocio o los colegios generan un bullicio, que es envuelto por un aire familiar.

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Una de las que mejor conoce el barrio es Fanny Yern ya que por su local pasan personas todos los días, sobre todo por estas fechas buscando la suerte de la Navidad. Ella regenta la administración de loterías e indica que todo es nuevo: «Han ampliado la calle; es más peatonal, han ensanchado las aceras, agregado luz con las farolas, el alcantarillado y esto los vecinos lo hemos recibido de maravilla porque hace que los negocios funcionen». Para ella todo es «maravilloso» y una razón por la que los vecinos deberían estar muy contentos, pudiendo decir que «se ha vuelto más inclusivo y con facilidades para todos».

Todos los vecinos que han hablado con Periódico de Ibiza y Formentera están de acuerdo con las ventajas que tienen estando aquí. Eliseo añade que lo que más agradece es tener los supermercados y la verdulería, con lo que no debe salir del barrio para nada.

Son muchos los restaurantes que la calle alberga, pero parece que hay algunos clave que nombran mucho los vecinos como es el caso de Es Camí Vell, la pizzería de Puig d’en Valls y Can Puig. Y, además, Juan confiesa que suele acudir aquí a comer con su gente porque le parece magnífico, ya que «es muy fácil encontrar aparcamiento, está la playa cerca y la gente es estupenda». En esto coincide con Abel, quien trabaja por la zona y acude a esta calle por la cantidad de restaurantes que alberga.

El dueño de la Pizzería de Puig d’en Valls la compara con el centro de Ibiza indicando que no se parece nada a él: «Aquí nos conocemos todos. Durante el día es bastante tranquilo pero concurrido y tenemos un rollo muy del barrio con la clientela de la zona que ya conoces y ya sabes lo que piden».