El departamento de Medio Ambiente de Sant Antoni ha iniciado la campaña este viernes. | Ayuntamiento de Sant Antoni

La concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sant Antoni de Portmany ha iniciado una campaña de inspección de vertidos ilegales de residuos en puntos negros del municipio con el objetivo de identificar a los autores de las infracciones siguiendo el protocolo establecido en la ordenanza municipal.

La iniciativa se ha iniciado esta mañana a primera hora en un punto problemático de la zona de Can Guillamó, ubicado a un lado de la carretera, donde ya hace más de dos años se retiró el contenedor que había, siguiendo las indicaciones de la Dirección General de Tráfico (DGT) por encontrarse cerca de una vía de circulación. El Ayuntamiento, tras constatar que había usuarios que seguían utilizando la zona para dejar bolsas de residuos, colocó cartelería informativa y llevó a cabo campañas informativas in situ para explicar a los vecinos la prohibición y problemática que genera el abandono de residuos, así como la existencia de una batería de contenedores a 50 metros de la zona.

Ante la perseverancia del problema, la concejalía de Medio Ambiente ha dado un paso más para prevenir estos vertidos iniciando esta campaña de control, que se llevará a cabo también en otras zonas del municipio. Según recoge la ordenanza municipal, para la identificación de presuntos infractores, el Ayuntamiento puede proceder a la apertura de las bolsas de basura y utilizar cualquier tipo de documento o información presente en el vertido para llegar a identificar a la persona autora de la misma e iniciar el proceso sancionador correspondiente. Las sanciones que propone la Ley 8/2019 de 19 de febrero de Residuos y suelos contaminados de las Illes Balears es de un mínimo de 300 euros para las infracciones leves.

La concejala de Medio Ambiente, Pepita Torres, que ha estado presente en el control junto al responsable del departamento, Diego Ponce, y operarios del servicio de limpieza municipal UTE Portmany, ha explicado que esta campaña sirve de refuerzo a las cámaras de videovigilancia instaladas en varios puntos de contenedores, con las que ya se han registrado más de 70 denuncias. «La finalidad de las cámaras y de estas actuaciones es preventiva y disuasoria para solventar esta problemática denunciada tanto por parte del Ayuntamiento como por parte de ciudadanos afectados y concienciados con el vertido ilegal de residuos», ha señalado Torres que ha recordado que está prohibido verter o abandonar cualquier tipo de residuos en espacios públicos o privados no habilitados a tal efecto.