Detalle de los restos del mausoleo de la época romana que fue hallado en noviembre de 2022. | Irene Arango

El Ayuntamiento de Ibiza ha adjudicado por 82.240 euros la ejecución del proyecto de protección del mausoleo romano descubierto durante los trabajos de remodelación de la avenida de Isidor Macabich en 2022. Los históricos restos permanecen desde entonces en un extremo del parque de la Paz y ahora el Consistorio ha encargado a la empresa Sircom SCM la construcción del cierre perimetral de este mausoleo y la creación e instalación de los paneles informativos sobre el mismo.

El concejal de Patrimonio de Vila, Juan Flores, ha explicado que «el objetivo de esta actuación es proteger el mausoleo romano encontrado a finales de 2022». «Su traslado», ha añadido el edil, «fue autorizado por la Comisión de Patrimonio y se indicó en dicho acuerdo la colocación de una cubierta para evitar su deterioro. Con esta actuación, además, el Ayuntamiento también pone en valor este singular resto arqueológico mediante paneles explicativos sobre la construcción, funcionalidad y cronología».

Este importante monumento funerario salió a la luz en noviembre de 2022, durante una de las excavaciones practicadas en la avenida durante su remodelación. Se trata de un importante hallazgo arqueológico que a principios de enero de 2023 fue trasladado al costado del mismo parque, tras decidir el Ayuntamiento que esa sería su ubicación definitiva. Se trata de una estructura funeraria que fue levantada entre finales del siglo I y principios del II después de Cristo, según explicó tras su hallazgo la arqueóloga municipal, Rosa Gurrea. La edificación, de estilo turriforme, pudo pertener a la adinerada familia Cornelius, que también habría sido la poseedora de los terrenos en los que se encuentran otros yacimientos cercanos, como el de cas Clot o el de sa Bodega. En aquel momento, Gurrea también explicó que fue una lápida hallada en el siglo XVI y de la que solo existe constancia documental la que dio la pista sobre el origen del mausoleo. En esta lápida, figurarían los nombres de algunos de los integrantes de la familia Cornelius y, más en concreto, el de Marcus Cornelius Avitus, padre e hijo. El mausoleo habría sido encargado por el segundo para su padre.

El edificio, según la explicación de los expertos, es la estructura con la que en aquella época las familias adineradas protegían los lugares de cremación de sus muertos. En el interior, hay una pequeña cripta de una cremación en la que originariamente debieron depositarse las urnas con las cenizas y otros restos y ofrendas. Este mausoleo, además, debió ser vandalizado entre los siglos VI y VII por lo que no se encontraron en su interior grandes restos funerarios, salvo algunas esquirlas que el Ayuntamiento dijo que analizaría en el momento de su hallazgo.