El cuerpo sin vida del empresario Luis Trigueros fue encontrado este domingo, poco antes de las 15.00 horas, sumergido en el mar junto al dique de Sant Antoni. Sobre el mediodía había sido localizado el vehículo Audi Q3 color negro a unos ocho metros de profundidad, hundido también junto al espigón del puerto portmanyí. Nada más producirse este hallazgo, efectivos de los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) se desplazaron al lugar para intentar localizar el cuerpo del hombre.

Cabe recordar que Luis Trigueros, de 78 años y con demencia senil, desapareció este pasado viernes por la noche aprovechando que su cuidador se había dormido. Una cámara le captó a las 01.50 horas circulando junto al ‘huevo’ de Sant Antoni.

De inmediato, el aviso sobre su desaparición se difundió por toda la isla, ofreciéndose principalmente detalles sobre el vehículo para facilitar la localización. «El coche es la clave», comentó uno de los voluntarios que a primera hora del domingo se sumaron a las labores de búsqueda.

Aunque inicialmente se aseguró que el turismo había sido visto en Vila o en Santa Eulària, los esfuerzos para hallar en buen estado a Luis Trigueros se concentraron tanto el sábado como el domingo en el municipio de Sant Antoni al ser la única pista fiable con la que contaba la familia.

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Tras una primera jornada infructuosa, el sábado por la noche varias personas organizaron a través de un grupo de Whatsapp una convocatoria para sumarse a las labores de búsqueda. La cita fue en el Club Náutico Ibiza, entidad a la que pertenecía el propio Trigueros y donde era «muy querido», según rezaba el mensaje.

Así, unas 15 personas repartidas en varios vehículos se organizaron a primera hora del domingo para dirigirse a Sant Antoni y recorrer cada punto del municipio. También algunos voluntarios optaron por desplazarse a Santa Eulària, por si el empresario -propietario de Cas Gasí- se había acercado hasta allí.

Entre los participantes en la búsqueda, Vicky y Carmen, hijas de Trigueros, relataron a este rotativo que el sábado el operativo se había centrado en Sant Antoni, lugar en el que su padre solía veranear y donde la cámara captó su última imagen. Durante la jornada recorrieron también Cala Salada, Cala Gració, así como Corona o Sant Mateu.

Hasta que se confirmó el fatal desenlace, los voluntarios estuvieron toda la mañana peinando distintas zonas de Ibiza.