La concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Ibiza y la única representante de Podemos en el Consistorio, Lola Penín y Guadalupe Nauda, han desmontado este lunes, durante la celebración del Pleno del mes de enero, el discurso del PSOE sobre su postura ante los problemas de las personas más vulnerables del municipio. Penín se ha mostrado tajante a la hora de advertir a la socialista Carmen Boned, ex responsable de este área y que ha presentado una moción sobre las personas sin hogar, que no le va a permitir cuestionamientos sobre su preocupación sobre estos ciudadanos. Y más cuando, según ha denunciado, la socialista se ha posicionado en contra de ayudar a los más vulnerables si no están empadronados en el municipio. «No vamos a dejar a nadie sin cubrir sus necesidades básicas por no estar empadronados y aunque usted diga que es ilegal», ha dejado claro la responsable municipal de Asuntos Sociales.
Más contundente ha sido la podemita Guadalupe Nauda, que ha acusado a los socialistas de «estigmatizar y discriminar» a los pobres con su moción y ha hecho una radiografía de la situación muy impactante.
El tenso debate se ha producido tras leer Boned una moción en la que, entre otras cuestiones, ha denunciado los problemas que, según el PSOE, estarían causando la treintena de personas que viven en el entorno del colegio de Sa Joveria en sus coches y en caravanas. Si algo ha quedado claro este lunes en Can Botino es que las personas sin hogar ya no son exclusivamente lo que antes conocíamos como mendigos. En Vila, este colectivo lo integran ahora, además, personas que, teniendo trabajo en ámbitos como el sanitario o el educativo, se ven obligadas a vivir en coches y caravanas que aparcan en diferentes puntos de la ciudad. Boned ha intentado dejar claro que no es su pretensión culpabilizarlas. Sin embargo, no ha dudado en afirmar cosas como que, en las cercanías de Sa Joveria, han provocado «un vertedero al aire libre», por lo que ha pedido al Gobierno municipal una modificación de la ordenanza que impida expresamente la instalación de estos vehículos en las cercanías de centros educativos y sanitarios.
La socialista, además, ha cuestionado el trabajo de Penín, que si por algo es conocida en Vila es precisamente por su labor de años hacia los más desfavorecidos. Un cuestionamiento que ha hecho que la concejal de Asuntos Sociales, habitualmente muy moderada en sus intervenciones, haya estallado: «No me digan que no estoy en la calle cuando las entidades sociales se sorprenden por gestos mínimos que no habían visto hasta ahora». Y ante el habitual recurso de Boned de remitirse a la pandemia para afrontar la críticas a su gestión en Asuntos Sociales, Penín le ha dejado claro que el de Vila no fue el único ayuntamiento afectado por aquella crisis: «En pandemia, yo era trabajadora del Ayuntamiento. Igual que usted, esto lo vivieron el resto de Ayuntamientos».
Más dura ha sido, si cabe, la única representante de Podemos en el Consistorio, Guadalupe Nauda, que tiene una larga experiencia laboral en este área. Nauda ha dejado claro que no apoya en absoluto el trabajo desarrollado por el PSOE en la pasada legislatura, a pesar de que su partido era socio de Gobierno de los socialistas. Y ha acusado a Boned de presentar una moción en la que en uno de sus puntos «parece decir que los pobres son un peligro para las personas». Nauda ha denunciado que, al problema de la vivienda, se suman en este caso otros como la falta de adaptación de los protocolos con los que trabajan los técnicos municipales a la realidad. Y ha puesto como ejemplo que ella misma ha visto «cómo se le ofrece a gente o comer o ayuda para la vivienda pero no las dos cosas». «Estos casos», ha subrayado, «no se estudian como personas sino como expedientes. Hay gente que se está atendiendo por los Servicios Sociales desde 1989 y eso es un fracaso rotundo. Esta moción es más una preocupación por cómo lo ve el resto que por los afectados. Aquí hay gente que está por debajo del índice de pobreza y gente que va en Ferrari».
Lola Penín, por otro lado, ha explicado qué está haciendo ahora el Ayuntamiento para ayudar a este colectivo. En este sentido, la concejal ha señalado que la presencia de gente viviendo en coches y caravanas en Sa Joveria se debe a que «no se tomaron medidas en la anterior legislatura». Penín ha explicado que se trata de un terreno privado y que los técnicos de su departamento están haciendo un seguimiento periódico de las personas que viven allí, además de facilitarles el empadronamiento y llevar a cabo labores de limpieza. A esto se suma un proyecto de ayuda de Cruz Roja financiado por el Consistorio «para dignificar las condiciones de vida de las personas que están en estos asentamientos» y la creación de un grupo de técnicos municipales «para abordar directamente el problema». Cáritas, por su parte, está realizando un informe en el que, por indicación del Consell d’Eivissa y del Ayuntamiento, introducirá indicadores sobre cuestiones como los vehículos en los que se alojan estas personas. «Nuestra función», ha subrayado la concejal, «es detectar las necesidades y atender a las personas, darles la información de los recursos y, si hay menores, valorar las posibles situación de riesgo».
5 comentarios
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Tras 8 años de rojería que esperaban!!?? Esa gentuza sólo trae ruina y desamparo!!!
Vila es el Municipio mas pequeño y el que mas soporta, tanto el Municipio como los Vilerus y no se puede aceptar. Hay mas Municipios en Ibiza, no? pues hay que repartirse los problemas y las necesidades. Vila ya no da para mas. Si hay sanitarios viviendo en coches, se les habilita Ca ne majora que para eso esta ese edificio medio vacío, cosas para hacer hay pero hay que implicar a todos los Municipios, NO solo Vila.
Quien se apuesta algo conmigo a que cuando acabe la legislatura habran los mismos indigentes o mas en sa joveria y que "el grupo de técnicos municipales" no servirá para absolutamente nada???
Pero si todos los vulnerables vienen a Vila a por ayudas, en que mundo vive esta señora?
La realidad es que la Ciudad de Ibiza se ha llenado, y mucho, de sin techos en poco tiempo, hay que saber que ha pasado, de dónde vienen o quien los manda, pero la realidad es que es alarmante la situación así como la sensación de inseguridad e insalubridad que produce.