Carlos Rodríguez Franco (Mérida, 1978) es el Jefe del Servicio de Oncología desde 2022, aunque ya lo fue en una etapa anterior que comprendieron los años 2012 a 2016. Se incorporó al Área de Salud de Ibiza y Formentera en el año 2010 procedente del Hospital Universitario Gran Canaria Doctor Negrín, donde trabajó desde el año 2007 al 2010. Este facultativo fue el responsable de consolidar el servicio, de potenciar la subespecialización por área oncológica y de crear el Comité de Tumores del Área de Salud de Ibiza y Formentera, además de impulsar el desplazamiento de Oncología al Hospital de Formentera.

—Esta semana se han reunido con la presidenta Marga Prohens y la consellera balear de Salud. ¿Qué valoración hace de este encuentro?
—La visita de ambas la entendí como un gesto de interés y apoyo. Querían conocer a las nuevas incorporaciones y agradecer nuestro esfuerzo en el momento más crítico. Se agradece que quisieran conocer en persona a todo el equipo.

—¿Qué tal fue la reunión con las asociaciones oncológicas?
—Durante la reunión con las asociaciones reinó un tono de satisfacción tras haber vivido un momento duro en el servicio. Los pacientes vivieron retrasos en las citas y muchos cambios de médicos porque, debido a la carga de trabajo, teníamos que asignar a los usuarios compañeros de Palma y los pacientes no estaban nada satisfechos. Sin embrago, era la única forma de poder atenderlos porque era una situación crítica. Afortunadamente la situación se ha normalizado y la gente está satisfecha, se podría decir que hemos pasado el momento de crisis más duro.

—Marga Prohens explicó que usted solicitó durante la reunión más formación, desarrollo profesional y más investigación en Ibiza. ¿Cómo es la situación actual en este sentido?
—Lo que pasa en los hospitales pequeños como el de Can Misses es que el cien por cien del tiempo se emplea en la asistencia, pero es esencial para nosotros el desarrollo profesional porque un médico especialista siempre quiere mejorar sus conocimientos y sus habilidades para atender mejor a los pacientes. Si sólo tienes tiempo para pasar consulta, te quedas corto. Deberíamos tener un trabajo que complementara la asistencia con la formación continuada a través de cursos y proyectos formativos o de investigación clínica o básica.

—¿Es posible impulsar este tipo de proyectos en Ibiza?
—En un hospital comarcal es muy difícil facilitar a los profesionales estas formaciones. Debería haber alguna estructura de coordinación en hospitales de referencia para que podamos complementar nuestro trabajo con este tipo de proyectos. En hospitales pequeños la investigación básica y la investigación clínica son muy difíciles de realizar. Pero seguiremos reclamando esta formación porque es una prestación deseable para todos los especialistas, ya que estarán más formados y más actualizados. Actualmente, como la carga asistencial se come el cien por cien de nuestro tiempo, si un facultativo quiere estar actualizado y mejorar en su campo médico tiene que formarse en su tiempo libre. Estos cursos deberían estar contemplados dentro de la jornada laboral, pero, para ello, los servicios tienen que estar bien estructurados. Mientras un médico está pasando consulta, el otro puede realizar la formación con el objetivo de mejorar el servicio. Así se consolidarían profesionales porque se sienten más valorados.

—Para poder complementar una asistencia de calidad con las formaciones e investigaciones, ¿son suficientes los cinco oncólogos actuales? ¿Cree que sería necesaria la incorporación de un sexto facultativo?
—Cinco oncólogos es la plantilla autorizada para el hospital Can Misses y es una cantidad muy favorable porque con estos cinco facultativos la atención está garantizada y esto nos permite pensar en mejoras, ideas y otros proyectos que no hemos podido desarrollar por falta de tiempo. Si llegáramos a una situación en la que fuéramos seis especialistas, todos nosotros podríamos acceder a cualquier tipo de formación. Con seis médicos podríamos afrontar situaciones y contratiempos futuros porque cuando las plantillas están ajustadas cualquier contratiempo pequeño o dos situaciones circunstanciales, como una marcha y una baja paternal, es fatal para la asistencia. Un servicio de seis oncólogos garantiza una asistencia de calidad y nos permitiría formarnos y afrontar eventualidades futuras y situaciones de crisis.

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—¿Han aumentado los casos de cáncer en Ibiza en estos últimos años?
—Es cierto que el número de visitas que atendemos es mucho mayor, diría que el doble de hace 10 años porque la presión asistencial ha aumentado y se ha incrementado la incidencia de algunas patologías. Paralelamente también se ha multiplicado la oferta de tratamiento y esto ha ocasionado, por ejemplo, que pacientes sin tratamiento para el cáncer metastásico ahora dispongan de cinco o seis fármacos aceptados. Antes los usuarios tenían una supervivencia muy baja porque no había tratamientos y se derivaban a cuidados paliativos. Con este aumento y mejora de fármacos se han aumentado las consultas, las revisiones y las visitas de los usuarios, incrementando la presión en el Servicio de Oncología.

—¿Can Misses cuenta con todos los tratamientos oncológicos necesarios para tratar a los pacientes?
—Desde que llegué he vivido cambios fundamentales en la Oncología, que han ido de la mano de la incorporación de nuevos fármacos. Es más, un gran porcentaje de medicamentos que utilizamos ahora no existían cuando hice la residencia, especialmente hablo de los tratamientos de inmunoterapia para combatir el cáncer. Los buenos resultados que tenemos ahora eran impensables y en Ibiza hemos sido testigos de todos estos avances porque hemos vivido estas mejoras y la llegada de fármacos, ya que se han incorporado de forma comunitaria a nivel balear. El tiempo que pasa entre que se aprueba un tratamiento y empezamos a utilizarlo es largo debido a la burocracia, pero estamos equiparados a Palma y otras comunidades autónomas, y hemos podido acceder a todas estas mejoras.

—Usted lleva en el Área de Salud de Ibiza y Formentera 14 años y, muchos de estos años, trabajando bajo mínimos. ¿Cómo ha vivido en el servicio estos complicados momentos?
—Cuando llegué en 2010 viví otra situación de crisis porque un año antes se fueron dos especialistas y cuando llegué el servicio sólo contaba con una facultativa y el apoyo de un especialista en Medicina Interna. Fueron momentos complicados, pero antes teníamos menos presión que ahora, aunque también contábamos con los apoyos de Palma. A los seis meses de mi llegada, contrataron a un oncólogo más y al año siguiente otro facultativo fijo. En 2014 salió la convocatoria de este puesto de jefatura y opté al cargo. Recuerdo que éramos cuatro oncólogos y teníamos concedida la plantilla estructural del hospital, pero fue un periodo con varias diferencias dentro del equipo. Esto supuso una desestructuración del servicio que provocó salidas y nuevas incorporaciones de oncólogos. Todo esto desembocó el verano del año pasado que este servicio sólo contara con dos médicos fijos y uno de ellos solicitó la baja por maternidad, generando que sólo un especialista de Can Misses estuviese operativo.

—¿Cómo ha vivido la marcha de sus compañeros estos años y el rechazo de médicos a desplazarse a la isla?
—Contratar especialistas en general es muy complicado porque tienes que competir en un mercado nacional lleno de hospitales que necesitan especialistas y, además, Ibiza tiene la desventaja que supone poder acceder a una vivienda asequible. El coste de vida en general y la dificultad a la hora de encontrar piso son elementos negativos para encontrar un facultativo que quiera venir a la isla. Necesitas demandantes de trabajo para poderlos contratar y no había.

—¿En qué medida los incentivos para los puestos de muy difícil cobertura, como son los de Oncología, han impulsado esta llegada de facultativos? ¿Cree que el resto de especialidades deficitarias deberían ser declaradas de muy difícil cobertura?
—Si facilitas una residencia o compensas el sobrecoste que conlleva vivir aquí, cualquier especialista que tiene dudas entre dos hospitales, puede que se decante por Ibiza. Compensar el coste de vida de la isla con el plus de difícil cobertura es una medida oportuna y considero que es adecuada para todos los servicios que tengan dificultades para captar especialistas. Otra tesitura es que ofrezcas este complemento, pero no haya médicos disponibles. Hay varios condicionantes a la hora de contratar a alguien porque muchos buscan trabajar en un equipo en el que puedan desarrollarse profesionalmente y también a nivel personal.

—¿Cómo es la situación actual de Oncología tras las nuevas incorporaciones? ¿Cómo es la relación con los pacientes oncológicos?
—El paciente de Ibiza puede estar tranquilo porque la situación actual del servicio y los tratamientos son buenas. La mentalidad de asistencia en crisis y servicio roto ya no la tienen porque la situación ha cambiado, la atención a los pacientes en activo esta al día y garantizada y los oncólogos están motivados y con ganas de trabajar. El equipo es joven y todavía puede mejorar con el tiempo. Se está transmitiendo a los pacientes esta situación de mejora con la consolidación de los médicos. Los cambios de oncólogos no se volverán a repetir si desde las administraciones siguen trabajando en esta fidelización con el objetivo de que los médicos puedan estabilizarse aquí. Por un lado, la política y, por otro, la gestión del hospital, ambos tienen que hacer las cosas bien y hacer su trabajo para que los usuarios no tengan que preocuparse más allá de la enfermedad.