La Calle del Metge Riera Ferrer del municipio de Ibiza tiene mucha vida y mucha historia. Las hermanas Luisa y Olga conocen bien su funcionamiento, pues cuentan a Periódico de Ibiza y Formentera que al comienzo de la calle hay «una cafetería que también es un bar de menús» que «siempre está abierto» y tiene sus sillas por fuera repletas, aunque ahora lo estén remodelando, pues el ambiente es de vecindad. «Aquí en estas sillitas siempre hay gente tomando sol; también es un sitio que va muy de paso para ir al Mercado Nuevo y como es un sitio que no pasan coches también hace mucho, pero es muy de paso por este ‘supermercadín’ y el otro en la esquina del final».

Al preguntar por quién da nombre a la vía, como por arte de magia, aparece la vecina María Bufí (80 años) para confirmar que «era médico y su padre también» y prosigue explicando que «era un médico familiar que tenía una consulta particular cuando no existía Can Misses; la tenía cerca del Mercat Vell, quizás vivía por aquí, pero allí tenía la consulta que era un pisito. Era un señor muy agradable, la verdad, era joven y el hijo era mi médico, aunque al padre también había ido y tengo un recuerdo positivo porque era un señor muy amable, como un poco tímido». Pero no queda ahí la historia, pues la propia María Bufí recuerda que en ese entonces «cuando éramos cuatro gatos» llegó a estar en manos del doctor: «Yo tenía 14 años y se me había hinchado el dedo porque estaba infectado; tenía mucho pus y mi padre me llevó corriendo, el doctor me abrió allí mismo y me curó ¡un domingo!».
Disfrutando de los rayos del sol que esta vía atrapa están Jorge e Irma quienes dejaron atrás sus abrigadas chaquetas madrileñas para venir a visitar a su familiares. Su hogar desemboca en esta vía que para ellos es «fabulosa» y aseguran que ya interactúan con los vecinos y desayunan en el mismo bar todas las mañanas. «Nos sentimos bien; hay que vivir el día a día, pasarlo bien con nuestra familia y ojalá que a la próxima traigamos el bañador», exclama la pareja entre risas.

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Un lugar de paso

Como en todas las calles, en esta también hay una peluquería, atendida por Yonathan y Mariano, quienes aseguran que «transmite buena energía», y que es un pasaje que «siempre tiene tránsito» debido al Mercado Nuevo y los supermercados cercanos, así como el restaurante que siempre acoge a los vecinos en su amplia terraza.

Para muchas personas es un lugar «de paso». Para Vicent Panells porque tiene su oficina de aduanas; para Josefa porque pasa «comprar, a hacer visitas, quedar con amigas para tomar algo» y también acude «a veces al bar de la esquina» tan nombrado. Lautaro, por su parte, suele tomarse un cafecito todas las mañanas allí y le queda de camino a «todos las cosas, sea mi trabajo, la playa o ir a comprar». Alan, además, tiene un particular hábito: «Llevo pasando por aquí 14 años; siempre pasaba con mi mejor amiga que vivía en la antigua fuente de Macabich y desde ahí iba haciendo zig zag hasta la Cruz Roja, entonces siempre me quedó esa costumbre».

Aunque no son la mayoría, también hay quejas sobre esta calle. Isaac confiesa que no suele «coger mucho esta calle» porque le da «un poco de asco» debido a que hay gente no agradable y pis «en todas las esquinas». Igual que su madre Loli, quien asegura que «estas calles son las más muertas de toda la isla; antes había una tapicería y aquí una verdulería y era más transitable, pero ahora le falta algo de vida para los niños, para la gente joven y de 40 años… que la peluquería ya se la ha dado un poco». Otro observador es Kike, quien reivindica que por las noches «le falta luz, como a todas las calles de la ciudad de Ibiza».