El estudiante Luca Nijman, ganador oficial del primer concurso de coca eivissenca

Este plato es un aperitivo que se consume habitualmente frío como merienda o tentempié y está hecho tradicionalmente con una base de masa de harina, levadura y agua, aderezada con pimientos rojos asados. La comisión a respondido a este periódico que los ingredientes fundamentales para garantizar una coca de calidad son «una masa bien crujiente, productos bien cocinados, que estén integrados en conjunto con la masa y mucha creatividad», entre otras cosas. Ellos fueron Pedro Tur, Yassin, Jose Luis Riera, Toni Bufí,, Jordi Riera y Miguel Tur. La única condición para ellos fue que «el jurado prueba la coca, vota y suma, no la compara con las demás antes de votar, así el primero juega la misma ventaja que el cuarto», explicó Koldo Rollo, el tiktoker y chef encargado de amenizar la jornada.

Los participantes de este pionero reto fueron el ganador Luca Nijman, quien acudió en representación de los estudios de cocina del IES Isidor Macabich y se lanzó a agregarle gerret; Karina Mollo, quien elaboró una «coca deconstruida» ya que brindó al jurado los elementos de su plato por separado y también fusionado; Jose Miguel Boned, con una coca presentada «para que te comas con la mano» puesto que destaca su masa crujiente permitiendo comerla sin deshacerse, con un toque cítrico; y Stella Armada, una chef que se decantó por cambiar el pimiento por berenjena.

La receta de Luca

El plato ganador tuvo una base con harina de xeixa, sobre ella un escabeche con verduras de temporada y un gerret en semisalazón con yema a baja temperatura: «El gerret es un pescado muy típico de aquí de la isla, el cual he elegido para ponerle la coca, introducirle ingredientes que no suele llevar, pero que a lo mejor podrían quedar muy bien». Al preguntarle por qué su decisión de ir más allá, tajante asegura que «lo bueno en esta vida es lo desconocido». Le gustan los retos: «Me gustaba también complicármelo un poco, he pensado también en qué puedo utilizar de temporada y este plato salió», para el adolescente fue muy divertido y considera que jugó en un nivel «bastante alto».

No es el primer concurso culinario de Luca, pues ya participó en el Combiguru de Italia, siendo el elegido de su escuela para representarla. En ese momento ganó por examen, pero en esta ocasión fue propuesto directamente por sus profesores. Sus raíces son holandesas mas él asegura que «la cultura ibicenca ya está bastante impregnada» en él, por haber nacido aquí. A partir de ahora quiere comenzar a trabajar «en la mayoría de sitios posibles, diferentes geográficamente» para «aprender otras culturas y otros tipos de comida así poder introducirlas yo en mi propio restaurante en el futuro», pues asegura que «la cocina es un sitio donde nunca dejarás de aprender». Su premio «seguramente lo vaya a utilizar para el Erasmus, que lo necesitaré», ha asegurado tras su sorpresivo triunfo, y el próximo destino tiene claro que será Ámsterdam.

«La mejor tradición mezclada con la innovación es el mejor embajador de la cultura gastronómica ibicenca, potenciando nuestra identidad ante el mundo y evitando la perdida de nuestra riqueza gastronómica», han sido las palabras de Jose Luis Córcoles, director de Horeca Baleares, quien entregó el cheque premiado por valor de 500 €.