Tito Zornoza. | Toni Planells

Luis ‘Tito’ Zornoza ha fallecido este jueves a los 72 años de edad en Palma, donde se estaba recuperando de una operación de cáncer que se complicó por una neumonía, indicaron. Las redes sociales de Ressonadors, de cuyo proyecto formó parte desde sus inicios hace 15 años, compartían la trágica noticia a primera hora de la tarde de este jueves: «Queridos amigos y amigas, con toda la tristeza del mundo os tenemos que comunicar que nuestro querido amigo y compañero Tito Zornoza ya no está entre nosotros».

«Nos ha dejado una de las voces clave de nuestra cultura de los últimos cien años», afirmaba Joan Barbé pocas horas después de conocer la trágica noticia. «Su voz, su talento, su saber estar sobre el escenario merece que se le recuerde otros cien años más: Tito Zornoza es parte historia de la música ibicenca», reivindicaba Barbé.

Y es que el vínculo de Barbé con Zornoza va más allá del mundo de la música, «él tocaba con mi padre cuando yo no era más que un niño, me tuvo en brazos y me vio crecer. Se me va a hacer difícil asumir que no está», recuerda el músico.

Eran las tres de la tarde cuando su amigo Toni comunicaba la trágica noticia en Can Brodis, donde no era difícil encontrarle desayunando y leyendo el periódico a media mañana. «Ha sido todo un trauma, todavía no me lo creo», explicaba Sandra Marí, responsable de Can Brodis que califica a Zornoza como «un amigo más que un cliente» y que reconoce que «al enterarnos de la noticia hemos roto todos a llorar».

Tito Zornoza nació «por casualidad», tal como decía él mismo, en la Marina, aunque creció en Puig des Molins. Hijo del maestro y músico Rafael Zornoza, a los nueve años recibió su primera guitarra de manos de su padre, «para que fuera con él a la rondalla. El día que fui a estrenarla, nada más bajar la escalera de casa, había una roca así de grande y, no sé cómo me las apañé, pero se me cayó de culo justo encima y me la cargué. ¡Menos mal que en la rondalla de mi padre estaba Pere Cala, que era carpintero, y me la arregló como pudo », recordaba él mismo.

Compatibilizó su oficio de contable con el de músico, «lo mío siempre ha sido la música», reconocía. Fundó la banda ibicenca Los Diana con solo 14 años, banda con la que acabó grabando dos años después un disco en Barcelona que sería el primero grabado en ibicenco.

Si bien Los Diana llevó a Zornoza a los escenarios de prácticamente todas las salas y hoteles de la isla, Tito participó en otras bandas como Los Nuevos Bohemios, la Orquesta des Pla de Vila o Toc Rok. Sin embargo, en su conversación del pasado mes de abril con Periódico de Ibiza y Formentera, Zornoza reconocía que «uno de los momentos más bonitos de los últimos años lo he vivido con Ressonadors, cuando Barbé me invitó a escuchar la música para ‘Bona nit Blanca Roseta’ para que yo le pusiera la voz, fue una experiencia preciosa y estoy muy agradecido a Joan y Omar por haber pensado en mí para eso».