Mapa de las reservas hídricas de Baleares en febrero. | CONSELLERIA DEL MAR Y DEL CICLO DEL AGUA

Las reservas hídricas de Baleares han mantenido su capacidad al 54% durante el mes de febrero y el 78,2% del territorio permanece en una situación de prealerta por sequía, a excepción de las unidades de demanda de Menorca y Tramuntana Sur, que pasan a encontrarse en una situación de normalidad.

La situación durante este segundo mes del año ha sido variable en función de las islas, ya que mientras en Mallorca se ha observado una leve disminución, al pasar del 56% al 54%, Menorca e Ibiza han experimentado un avance positivo, al aumentar sus reservas del 52% al 54% y del 39% a 40%, respectivamente.

En un comunicado, la Conselleria del Mar y el Ciclo del Agua ha explicado que esta situación mantiene a las Islas en una condición parecida a la registrada el año pasado, que era del 53%.

Un cambio significativo se ha producido en Formentera, que ha logrado salir de la fase de alerta en la que se encontraba, gracias a las precipitaciones recientes. Este avance es un reflejo del impacto positivo que las lluvias tienen en la gestión de los recursos hídricos de las islas.

El balance entre las unidades de demanda ha sido mixto, con algunas experimentando descensos mientras otras registran mejoras. Por ejemplo, se ha observado un descenso en las reservas en las unidades de demanda de Manacor-Felanitx, Migjorn, Palma-Alcúdia y Tramuntana Norte, mientras que Menorca, Tramuntana Sur, Ibiza y Formentera han registrado incrementos. Por su parte, las unidades de demanda de Artà y es Pla se han mantenido estables.

En cuanto a las precipitaciones, febrero se ha mantenido en líneas generales dentro de lo esperado para la época del año, con un total de 39,3 l/m2, ligeramente por debajo de la media histórica. Este comportamiento de las lluvias, junto con las temperaturas cálidas experimentadas, con una media de 12,6ºC y una anomalía de +2,1ºC, demuestra la variabilidad climática a la que se enfrentan las Baleares.

«La gestión de las reservas hídricas en Baleares continúa siendo un desafío constante, especialmente en el contexto de cambios climáticos. La salida de Formentera de la situación de alerta es una noticia positiva que demuestra la capacidad de respuesta del archipiélago ante las variaciones climáticas», ha aseverado la Conselleria.