En cuanto a medidas concretas, el responsable policial aconsejó a estos empresarios que, al más mínimo problema, contacten con la Policía «para disponer de nuestra presencia inmediata». «Una de las cosas fundamentales para poder luchar contra este tipo de situaciones es que no dejen de comunicar cualquier incidencia. Todos las que se produzcan deben tener alguna respuesta porque, si se van acumulando, a largo plazo se pueden ofrecer mejores soluciones. Les pedimos que no se resignen a tener que sufrir determinados inconvenientes por parte de algunos sujetos», explicó el comisario tras la reunión.
Hernández también se comprometió a incrementar la presencia policial en la zona tratando de reducir la actual sensación de inseguridad.
Desde la Asociación de Comerciantes de la Plaza del Parque no descartaron ayer contratar un servicio de vigilancia sufragado por los propios empresarios, por lo que ya se están informando sobre las diferentes posibilidades. También celebraron el compromiso de reforzar la vigilancia policial en la conocida plaza.
«Le planteamos al comisario que no sólo es un tema que afecta a nuestras cajas. Es un problema de seguridad, y no solamente en la Plaza del Parque, sino que afecta a toda esta parte de la ciudad», comentaron los empresarios, quienes consideraron importante evitar que el problema se pueda trasladar después a otros barrios de Vila.
Los comerciantes dispondrán de un correo electrónico en el que podrán remitir a la Policía material como fotografías o vídeos sobre posibles incidencias detectadas en la plaza, manteniendo así una vía directa de comunicación con el Cuerpo Nacional.
Esta semana, la detención de un joven acusado de un presunto delito de acoso y exhibicionismo no ha hecho más que evidenciar la «insostenible situación» que sufren los empresarios de la Plaza del Parque. «En la última semana todo se ha agudizado de una manera increíble, sobre todo, en relación a este italiano», comentaron refiriéndose al joven detenido. Desde la asociación reconocieron temer que la tensión y los enfrentamientos puedan ir a más y que algún comerciante o trabajador acabe implicado en uno de estos desagradables episodios.
«El problema es que cuando una persona de estas se toma determinadas libertades, anima al resto a comportarse así», lamentaron también.
Los empresarios explicaron a este rotativo cómo una ‘habitual’ de la plaza, una mujer argentina muy agresiva en algunos momentos, terminó pegando a un niño de seis años, miembro de una familia de turistas, que se encontraba jugando en la zona. También los trabajadores de los diferentes bares y negocios atraviesan una complicada situación, teniéndose que encarar en ocasiones a estas personas que, por norma general, hacen caso omiso a sus indicaciones.
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Y que contraten buen servicio.